Más de cien personas llegaron ayer a Mallorca y Cabrera de manera irregular a bordo de pateras que zarpan generalmente del puerto argelino de Dellys, a unos 250 kilómeros de Mallorca. Aprovechando las buenas condiciones climáticas, esta travesía se prolonga durante un día y medio, si no surgen inconvenientes. Las personas que emigran no quieren quedarse en Baleares, sino que pretenden ser trasladadas a la Península y, desde allí, viajar a Francia y Bélgica para encontrar trabajo. Las oleadas de migrantes hacen suponer que existe una demanda laboral. Las autoridades españolas practican escasas deportaciones, así que el viaje les vale la pena. Capítulo aparte son los menores no acompañados, que por su estatus tienen derecho a quedarse en territorio nacional e integrarse en la sociedad española.
Editorial
La migración argelina a través de Baleares
Ibiza06/08/21 3:59
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