Nunca tendrás una segunda ocasión para causar una buena primera impresión es una de las reglas que se enseñan en las escuelas de negocio a los comerciales y los responsables de marketing. La dirección del aeropuerto de Ibiza no ha tenido en cuenta dicha máxima a la hora de planificar las obras que se están ejecutando en el área de aparcamiento en estos momentos ni tampoco a la hora de implementar las medidas correctoras pertinentes que permitan suavizar las inevitables molestias de unas obras. Un destino turístico no puede permitirse faltas de previsión como esta.
Carrera de obstáculos.
Salir de la terminal se ha convertido en una carrera de obstáculos debido a la proliferación de necesarios controles sanitarios, tanto en la zona de recogida de equipajes para los vuelos internacionales como en el exterior para los vuelos nacionales. Una vez fuera de la terminal, el paisaje es caótico. El inevitable impacto visual que genera cualquier obra se suma al caos en la circulación generado al haberse suprimido el carril de acceso y, trasladada la zona bautizada como kiss&fly, que permitía estacionar de forma gratuita cinco minutos, sin la debida señalización y vigilancia. Todo ello cuando, siguen sin llegar vuelos del Reino Unido y el flujo de turistas dista mucho de las optimistas previsiones recogidas en Fitur.
Medidas correctoras.
Corresponde a Aena planificar las obras teniendo en cuenta la temporada turística, tal como suele hacer de forma acertada en las sucesivas intervenciones que suele realizar en la pista y en la plataforma de estacionamiento. En el caso, de las obras del nuevo edificio de aparcamiento no ha estado a la altura de lo que se espera del gestor aeroportuario. Aena tampoco ha ofrecido respuesta alguna a las preguntas de Periódico de Ibiza y Formentera, actitud también censurable, ya que la opinión pública de Ibiza y Formentera tiene el derecho a recibir una explicación. Si es inviable paralizar las obras o bien ésta no permite mejorar la experiencia de los usuarios, lo mínimo es que se introduzcan las medidas correctoras pertinentes para minimizar las molestias y la mala imagen.