El vago compromiso arrancado ayer por la presidenta del Govern, Francina Armengol, ante la titular del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Reyes Maroto, para que Baleares estrene el pasaporte sanitario como destino turístico llega tarde y está tan repleto de interrogantes que parece un mero anuncio para justificar un viaje con nulos resultados prácticos. La triste realidad es que el gobierno de Grecia ha adelantado a la tercera potencia turística del mundo y ha llegado a un acuerdo con el Reino Unido para implantar el pasaporte sanitario y, con ello, desviar turistas de Ibiza y Formentera y del resto de las baleares. La declaración del Gobierno es un primer paso que, en cualquier caso, es bienvenido.
Mayo es muy tarde.
Coincidiendo con una nueva edición de Fitur, la feria turística española, prevista para el próximo mes de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará una medida de la que ahora mismo se desconocen los detalles y que, por lo tanto, no tiene capacidad para poner en marcha al sector turístico. El gobierno de Boris Johnson está realizando una campaña de vacunación masiva que quedará completada antes del verano, lo que supone una oportunidad para Ibiza, ya que se trata de nuestro principal mercado. Es fundamental que los turistas británicos vacunados que decidan disfrutar de su inmunidad en Ibiza se encuentren con un destino seguro, esto es, con baja incidencia de los contagios y con todas las facilidades para entrar y para volver a su país sin necesidad de pasar cuarentena.
No es momento de anuncios, hay que trabajar.
Baleares se benefició el año pasado del plan piloto del corredor seguro entre Alemania y Mallorca que organizó TUI, aunque realmente el efecto solo duró una semana. Noticias como el acuerdo de Grecia con el Reino Unido alejan el efecto de ser los primeros, por lo que el objetivo no es ser la primera comunidad en anunciarlo, sino que sea un realidad cuanto antes y que permita generar certidumbre en los mercados. Hace falta más trabajo real y sobran anuncios para el consumo interno.