Sin salud no habrá economía. Éste es el mensaje que han repetido las autoridades políticas en los últimos meses y que ayer recordó el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, en la presentación del Plan Estratégico de la Temporada 2021, donde se plantean distintos escenarios: realista o conservador, pesimista y optimista. El documento incluye propuestas y actuaciones para recuperar con garantías la actividad turística. El escenario más realista prevé que la recuperación turística se sitúe en un 50% respecto a otras temporadas, pero avisa que se podría situar en un 35% en el peor de los casos.

Colaboración imprescindible.
El plan destaca que es fundamental para alcanzar la normalidad que exista una coordinación sanitaria entre los países y que los turistas que lleguen lo hagan bajo control para evitar rebrotes que serían catastróficos para los intereses de Ibiza. Lamentablemente, Europa ha dado una imagen de total descoordinación y el papel de la Comisión Europea ha sido testimonial. No es posible que cada país luche contra el virus por su cuenta, a lo loco, y provocando el caos entre los ciudadanos que no saben a qué normativa atenerse.

Confiar en la vacuna.
El plan elaborado por el Consell d'Eivissa considera realista que lleguen la mitad de turistas que otros años, lo que supondría una mala noticia para todos aquellos que esperaban una recuperación económica rápida, en forma de ‘V', como eufóricamente anunciaba hace meses el Gobierno de Pedro Sánchez, pero hay que esperar que la vacuna sea efectiva y el número de infectados se desplome en los próximos meses. Con esta variante, y la responsabilidad de todos los ciudadanos, habría que conseguir que esa previsión realista se transformase en, al menos, optimista. La isla de Ibiza, ni ningún otro destino turístico, se puede permitir otra temporada más en blanco como la que hemos vivido este año.