El Gobierno ha aprobado un decreto, cuya convalidación en el Congreso ya está asegurada, con las principales normas de prevención contra el contagio de la COVID-19 que se aplicarán en España a partir del 21 de este mes, fecha fijada para el fin del estado de alarma. Las medidas para la contención de la pandemia incluyen la obligatoriedad del uso de las mascarillas, nuevas condiciones en el transporte público, mantenimiento del distanciamiento social, ... Todo ello hasta que se logre la vacuna contra el coronavirus o se establezca una terapia eficaz, condiciones ambas que no tienen una fecha predeterminada, ya que están a expensas de los resultados de las investigaciones científicas.
Recomendaciones sanitarias.
La prolongación de las medidas básicas para evitar la propagación de la COVID-19 que ha aprobado el Gobierno siguen las indicaciones de los expertos sanitarios, conscientes de que el virus no ha desaparecido y mantiene todo su potencial devastador. España quiere evitar a toda costa un rebrote de la epidemia, el sistema sanitario y el conjunto de la economía no están en condiciones de un nuevo golpe. La nueva estrategia es acelerar la intervención para contener desde el primer momento los contagios y evitar confinamientos masivos, mientras se da tiempo a la ciencia para que halle remedios eficaces contra la nueva enfermedad.
Efectos sobre el turismo.
El hecho de que la Unión Europea no haya adoptado un criterio común sobre el uso de las mascarillas supone, en principio, un inconveniente para zonas turísticas como Balears. Muchos de los visitantes proceden de países o regiones en los que el uso de las mascarillas es una mera recomendación o su obligatoriedad está más restringida que en España. Será la evolución de la temporada la que permitirá ponderar la eficacia de la regulación española, que tiene como principal reclamo la seguridad sanitaria de unas vacaciones en Balears.