El alcalde de Eivissa, el socialista Rafa Ruiz, se encaró en la tarde del lunes con un comerciante de la ciudad, a quien recriminó, sin venir a cuento y de forma airada, sus críticas en las redes sociales. Como es habitual en estos casos, las versiones de Joan Tur, propietario del establecimento Discos Delta, y las del primer edil difieren en algunos detalles que, no obstante, no alteran la esencia de un encontronazo propiciado equivocadamente por el alcalde. Es un episodio lamentable que avergüenza a una ciudad que no merece que su principal servidor público se enfrente a un vecino y mucho menos por críticas a un gobiern u otro. Cualquier ciudadano tiene derecho a expresar su descontento con la gestión de cualquier gobierno, máxime si éste le da tantos argumentos como el de Pedro Sánchez en la gestión de la pandemia.
Editorial
Un alcalde que avergüenza a su ciudad
06/05/20 4:01
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