Renunciar a la remodelación integral del primer cinturón de ronda para convertirlo en una avenida integrada en la ciudad, proyecto valorado en nueve millones de euros, es una enorme irresponsabilidad del alcalde de Eivissa, el socialista Rafael Ruiz. El objetivo de que esta vía deje de ser un muro artificial y acabar de esta manera con una ciudad dividida en dos es loable y todo alcalde debería aplaudirlo. Esta actuación responde fielmente al espíritu de la Ley de Capitalidad en la medida en que el colapso circulatorio es una de las consecuencias de la concentración de servicios insulares. Máxime si hay predisposición a introducir las mejoras sugeridas desde el Consistorio tal como aseguró ayer el vicepresidente y portavoz del Consell, Mariano Juan.
Editorial
Vila politiza la Ley de Capitalidad
Ibiza13/12/19 4:01
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