Y es que la humedad y las goteras han acabado por hacer inviable cualquier concierto en condiciones de dignidad. Dadas las circunstancias, el director del Conservatorio, Iván Sanz, ha hecho lo correcto, porque no es admisible celebrar allí ningún evento.
Dos concursos desiertos
Se da la circunstancia que en dos ocasiones se han licitado las obras de reforma para solucionar el desaguisado causado por la constructora del edificio y en ambos concursos no ha habido ninguna empresa interesada en acometer el encargo.
Y es que parece normal que una obra de reparación de defectos constructivos resulta poco atractiva para cualquier empresa. Sin embargo y por ahora, la Conselleria de Educació no ha sido capaz de ofrecer una solución a un problema que está enquistado y que ofrece una imagen deplorable de una infraestructura educativa.
Hace falta dar una solución
Resulta llamativo que la FSE-PSOE defienda la gestión del Govern sin que se atisbe qué solución se va a dar a un problema grave. Porque seguramente es cierto que se habrá trabajado mucho para lograr que la empresa constructora pague 400.000 euros para reparar los desperfectos del edificio, pero lo que está fuera de duda es que hoy por hoy el Conservatorio está en condiciones penosas y ahora también con su auditorio clausurado.
Y no se sabe qué va a pasar, porque carece de sentido que se vuelvan a licitar unas obras que ninguna empresa quiere hacer. Así, resulta muy sorprendente que los partidos del Pacte PSOE, Podem y Més rechacen la propuesta del diputado del Grupo Mixto Salva Aguilera de que se hagan las obras de forma urgente. Si la rechazan, al menos tienen que explicar qué se va a hacer, porque las goteras siguen.