Seis de cada diez operaciones de compraventa de viviendas en Balears se abonó, durante el pasado año, al contado. Es decir, sin formalizar una hipoteca previa. Así se desprende del informe elaborado por el Consejo General del Notariado en el que figura la evolución de este tipo de operaciones en los últimos siete años, período en el que se ha producido una oscilación vertiginosa, desde el 47,3 por ciento hasta el 73,4 por ciento; en función de los trimestres. Los expertos atribuyen este elevado índice a la intervención de capital extranjero en un gran número de compraventas, una tendencia que se ha disparado en Balears; tal y como se ha detallado por su impacto en el mercado inmobiliario. El dato resulta llamativo.
Múltiples factores.
Un fenómeno como el actual tiene que responder, necesariamente, a diversos factores. La entrada de inversión extranjera en el mercado inmobiliario se ha acentuado de manera notable, pero también es cierto que la escasa remuneración de los ahorros por parte de las entidades financieras, dentro y fuera de España, también subyace en este afán inversor. No cabe duda que todo ello se circunscribe a un segmento relativamente reducido; el que tiene músculo financiero suficiente para afrontar un pago al contado del calibre de una vivienda. No obstante, en cifras absolutas el crecimiento ha sido espectacular. En el primer trimestre de 2011 se cerraron 1.848 compraventas; en el último de 2017 fueron 4.897.
Evitar la burbuja.
Basta recordar que la gran crisis de 2007 tuvo en el endeudamiento de las familias españolas la cara más cruel y desgarrada, un aspecto que –a tenor de los datos facilitados– se tiene muy en cuenta, todavía, a la hora de afrontar una gran inversión, como es el de la adquisición de la vivienda. Hipotecarse sin garantías de futuro es un riesgo que no todos quieren o no pueden afrontar.