El secretario general del Consell d’Eivissa, Víctor Almonacid, explicaba este domingo en una entrevista concedida a este periódico que la administración electrónica puede ser un instrumento útil para acabar con la corrupción. La administración electrónica, decía, deja un estrecho margen para la ilegalidad. Almonacid explica que la corrupción siempre se asocia a la desaparición de documentos, pero con la administración electrónica eso no será tan sencillo, por no decir imposible. Lo electrónico, plantea el secretario general del Consell d’Eivissa, es la evidencia de que el expediente tiene una serie de documentos y no pueden desaparecer.

Más controles.
La evolución de la administración ha sido total y absoluta desde los inicios de la democracia hasta ahora. Los mayores controles pueden dificultar el trabajo a los corruptos, pero muchas veces éstos se benefician de comisiones de empresas a cambio de contratos. Esta parte de la corrupción no puede detectarla la administración electrónica. Sin embargo, este nuevo sistema de funcionamiento interno sí puede poner difíciles las cosas a todos aquellos que se creen impunes ante las irregularidades. Bienvenidos todos aquellos controles que aumenten los controles y la transparencia de la administración.

Más rapidez.
Sin embargo, no parece que la administración electrónica pueda acelerar la burocracia. Ese es el gran problema de las instituciones. Muchas empresas no quieren contratar con la administración por todos los filtros que se imponen y, en muchos casos, por la tardanza en cobrar los trabajos realizados. Hay controles que no suponen una mayor transparencia y, por supuesto, tampoco han impedido casos de corrupción. Lamentablemente en las administraciones hay muchos resquicios todavía donde no hay excesivos controles y dan pie a malversar dinero público, pero sí es algo evidente que el sistema electrónico es un paso más para frenar la acción de los corruptos. Eso parece seguro.