El Ayuntamiento de Sant Joan tiene intención de incluir un anexo en sus normas subsidiarias mediante el cual se determinará la prohibición de nuevos beach clubs y discotecas. El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí ‘Carraca', quiere que se determine legalmente con contundencia dicha prohibición, una prohibición que ya se dibujó hace unos meses con la suspensión de licencias para este tipo de actividades. ‘Carraca' ha explicado que existía temor por parte de los miembros del gobierno a que se pudieran establecer tanto ‘beach club' como discotecas en el municipio.

Un modelo turístico.
Sant Joan tiene claro qué tipo de modelo turístico desea para el municipio. A diferencia de Sant Josep, Sant Antoni, Ibiza, y en menor medida Santa Eulària, Sant Joan quiere ser un municipio donde prime la tranquilidad, el turismo familiar y de naturaleza, frente a otro tipo de actividades por las que tanto se conoce a la isla en todo el mundo. En plena polémica por las obras de Cala Xarraca, el movimiento político de Sant Joan es oportuno y necesario. Hace falta que se demuestre con medidas efectivas qué modelo turístico quiere el municipio de cara al futuro. No hace falta más oferta de este tipo de ocio en la isla porque el que hay es suficiente.

Una oferta necesaria.
Ahora bien, tampoco conviene que esta decisión del gobierno municipal de Sant Joan se aproveche para denostar ni los ‘beach clubs' ni las discotecas. Estas dos actividades son imprescindibles ahora mismo para mantener muchos puestos de trabajo y son una seña de identidad de la isla. Muchos otros destinos competidores han intentado imitar los ‘beach clubs' y han fracasado. Ahora hay que trabajar por mejorar la calidad y la excelencia. Los ‘beach clubs' o las discotecas en sí mismos no son negativos y son una oferta que el turismo que opta por Ibiza, demanda. No es necesario establecer más, pero no hay que demonizar a los existentes, porque los turistas los demandan y también forman parte de la marca Ibiza.