Poca transparencia.
Es lógico que los sindicatos no acaben de fiarse del anuncio del Govern de retirar el borrador del decreto. Porque desde que empezó la polémica el Ejecutivo ha dado muchas versiones y sólo al final, cuando el asunto amenazaba políticamente a Armengol, ha reaccionado. Hasta ese momento todos los que habían cuestionado el decreto porque creaba problemas en la sanidad balear, eran considerados unos enemigos de la lengua catalana. «A estudiar», llegó a decir la diputada por Formentera, Silvia Tur, en el Parlament, contestando así a todos los médicos que se oponían a la medida. Finalmente el PSOE ha dejado en evidencia a todos aquellos que defendieron con tanta vehemencia el llamado «decretazo».
Ahora, a esperar.
A partir de ahora se abre un gran interrogante sobre las reacciones políticas que generará la decisión del Govern de retirar el «decretazo». Parece improbable que esta medida pueda reactivarse, si bien los sindicatos temen que se adopten normas, más allá de un decreto, que pongan en aprieto a los médicos con la exigencia del catalán. Habrá que esperar. Pero lo que parece probable es que el decretazo dejará de generar tensión en el sector sanitario para trasladar la polémica a nivel político. Y es previsible que Armengol sufra algún coste político con esta rectificación. Sus socios de Més per Menorca no parece que estén dispuestos a aceptar esta marcha atrás sin hacer ruido y sin buscar réditos.
1 comentario
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Pero como no van a desconfiar, si es que no son de fiar en ningún sentido, si son especialistas en decir una cosa y hacer la contraria. Si llevan meses defendiendo un decreto en soledad sin apoyo de nadie mas que los cuatro de MES y utilizando a Fanny Tur de ariete para hacer el trabajo sucio. Volverán a hacer una chapuza y dejaran a todo el mundo insatisfecho, para después ni siquiera preguntarse porque son incapaces de ganar unas elecciones y que tanto Podemos por un lado y Ciudadanos por otro les coman la tostada electoral.