El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, tuvo que aceptar ayer la dimisión de Pilar Carbonell como directora general de Turisme al ser citada como investigada por el juez que instruye el ‘caso Cursach’, el empresario acusado de crear una red mafiosa para beneficiar a sus empresas. Barceló ha tenido que prescindir en poco más de una semana de dos de sus principales colaboradores. Pere Muñoz, exdirector de la Agencia Balear de Turisme, presentó su renuncia tras ser también investigado por Fiscalía por beneficiar al antiguo ‘cerebro’ de la campaña electoral de Més per Mallorca. Y ahora le sigue Pilar Carbonell, que aceleró los trámites para beneficiar a Cursach, tal y como han demostrado conversaciones filtradas por la investigación.

Debilidad política. Resulta incomprensible que Francina Armengol, presidenta del Govern, no mueva ficha en relación a Biel Barceló. Los escándalos se están sucediendo en la Conselleria de Turisme esta legislatura. El departamento de Barceló sale de un lío para meterse en otro y la imagen del vicepresidente, quien estuvo a punto de ser reprobado el pasado martes en el Parlament, está bajo mínimos. Son muchas las voces que se escuchan ya para que dimita, sobre todo porque resulta difícil de creer que Pere Muñoz firmase contratos al exgurú de Més per Mallorca sin el consentimiento de Barceló.

El nivel ético. La situación política de Barceló resulta del todo inadmisible, sobre todo porque su partido, desde la oposición, ha sido inflexible con los casos de corrupción. Més per Mallorca ha tenido siempre la costumbre de pedir responsabilidades políticas incluso antes de que los fiscales o jueces se pronunciasen. Lo llamaban ‘responsabilidades políticas’. Ahora, en cambio, dimiten dos altos cargos de Turisme con pocos días de diferencia y Barceló calla y su partido, también. ¿Dónde están ahora los escrupulosos dirigentes de Més? ¿Qué dice Podemos de la situación política que vive Barceló? Por lo que parece, Podemos se siente cómodo con la actual situación política, pero es escandaloso que Barceló siga en el Govern.