Cuando se destapó el escándalo del ‘gurú’ electoral de Més que había contratado con el Govern parecía que se puso el acento en el tipo de contratos a los que había accedido. Como consecuencia de ello dimitió la consellera de Transparència, si bien Biel Barceló pudo seguir al frente de la Vicepresidencia. Este periódico desveló que el exjefe de campaña de Més había realizado distintos contratos con el Consell de Formentera, la mayoría de ellos vinculados con el sector turístico. La información de hoy supone dar un salto cualitativo al escándalo ya que la empresa de Jaume Garau obtuvo contratos con el Consell de Formentera en los años 2009 y 2010. En esos años, Jaume Garau era director general de Fons Europeus del Govern de Antich. Su empresa, mientras tanto, facturaba al Consell de Formentera por ‘Asistencia técnica proyectos fondos de cohesión’, una asistencia que teóricamente debería haberla hecho gratis desde su cargo en el Govern. Se trata, sin duda, de un nuevo elemento que plantea otra dimensión al escándalo ya que Garau hacía negocios con su empresa a la vez que era director general del Govern. Como mínimo, Garau cometió una incompatibilidad con su cargo, más allá de los posibles delitos penales que ahora está investigando tanto la Fiscalía como la Policía Judicial.

No es un tema menor. Desde que saltó el escandalo de los contratos de Jaume Garau distintos dirigentes de Més per Mallorca han intentando hacer creer que se trataba de una persecución contra esta formación política, y han llegado a defender los contratos de su ‘gurú’ electoral porque, decían, era un gran profesional y conocía a la perfección todo lo relacionado con las instituciones. ¿Pueden justificar ahora que la empresa de Garau hiciese informes mientras él era director general? ¿Existe peor pecado para un político que aprovecharse de su cargo para obtener contratos públicos? Sin duda, un asunto difícil de explicar, si bien parece que el Consell de Formentera quiere estar al margen de este asunto pese haber regado con 143.000 euros al ‘gurú’ de Més. ¿Cuál era la conexión de Garau con el Consell? Esa es la pregunta que deberían hacerse en Formentera.