A partir del próximo octubre y hasta el mes de mayo de 2017 se mantendrá la oferta de paquetes turísticos destinados a la tercera edad, un segmento básico para combatir la estacionalidad en Balears. Atrás han quedado los conflictos en los que se enzarzaron los grupos empresariales por los diferentes programas del Imserso, circunstancia que generó el cierre de establecimientos hoteleros y las consiguientes pérdidas de puestos de trabajo. Para esta campaña, Mundiplan y Mundosenior Plus, con capital público y privado, respectivamente, tienen previsto comercializar un total de 250.000 plazas, un récord histórico que garantiza actividad no sólo en el campo de alojamiento, también a las compañías aéreas y transporte terrestre en los meses de temporada baja.

Reactivo económico. El turismo social repercute de manera indudable en la economía balear. Con independencia de su poder adquisitivo, los visitantes que llegan de la mano de este tipo de programas tienen un importante efecto en la desestacionalización de Balears como destino turístico en los meses de invierno y primavera. Aunque no sea de un manera masiva, 54 son ya los hoteles comprometidos. El turismo de la tercera edad ayuda a mantener abierto un importante número de establecimientos, circunstancia que prolonga las contrataciones laborales y la apertura de parte de la oferta complementaria.

Ampliar la oferta. El atractivo de Balears en los programas turísticos destinados a la tercera edad es indudable, pero el Govern debería estudiar la reimplantación del modelo propio, el Pla Oci60, destinado a los residentes de las Islas para favorecer el conocimiento entre las diferentes islas de la Comunitat. En un territorio discontinuo como el nuestro, propiciar el conocimiento mutuo tiene un efecto de beneficio social incalculable. Lograr líneas de financiación adecuadas puede ser también una de las incorporaciones al catálogo del tributo turístico que se estrena este año.