La Conselleria de Medi Ambient dice que en unos días estará listo el documento por el cual el Govern asumirá la gestión de la desaladora de Santa Eulària. El conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, no quiere asumir la planta hasta tener una fotografía en el Ministerio de Medio Ambiente. De nada sirvió el documento firmado por dos funcionarios de la Conselleria de Medio Ambiente en el que se entregaba la desaladora. Si no servía para nada, ¿para qué envió el Govern a los dos funcionarios a Madrid? En este caso no pueden dar la culpa al Ejecutivo de Bauzá porque la firma se hizo en febrero de este año.

Un despropósito. La historia de la desaladora de Santa Eulària está repleta de despropósitos. Al incremento del precio de la obra hay que sumar el retraso en abonar la diferencia y, por lo tanto, en recepcionar la obra. Ahora el problema se centra en un documento porque lo que tendría que haber hecho el Govern es conectar la planta a la red de Santa Eulària, además de iniciar con urgencia la interconexión para que la desaladora esté conectada con la red general de la isla. Pero nada de esto se ha hecho. El conseller Vidal quiere un papel más y mientras tanto la amenaza de otro verano con problemas de suministro en la isla de Eivissa es muy real.

Justificación. La gestión de Vidal estará marcada por la desastrosa gestión de la matanza de cabras de es Vedrà y, por lo que parece, por no solucionar los problemas del agua que arrastra Eivissa. El anterior Govern le dejó muchas cosas adelantadas, pero parece que Vidal no quiere ser responsable de los problemas de suministro que pueda haber este verano, que los habrá seguramente, y por eso es mejor dar la excusa de que faltan documentos y que la culpa de todo es de Madrid. Una gestión desastrosa que pagarán, sin duda, todos los ibicencos, además de los miles de turistas que visitarán la isla este verano.