Los diferentes órganos del Partido Popular de Eivissa decidieron ayer darle el bastón de mando de la formación conservadora al exconseller José Vicente Marí Bosó, una decisión tomada por unanimidad de los dirigentes ‘populares' ibicencos y con el evidente visto bueno de la dirección regional en Mallorca. Marí Bosó ha demostrado sobradamente sus cualidades como buen gestor en una conselleria tan delicada como la de Hisenda, donde encontró miles de facturas por pagar y pocos céntimos en la caja. Ahora, sin embargo, su principal misión será conseguir que los ciudadanos de Eivissa vuelvan a confiar mayoritariamente en su formación. De momento tiene cuatro años por delante, si es que decide presentarse al próximo congreso insular de los ‘populares' que debería celebrarse en 2016. Una hipotética candidatura que difícilmente encontraría oposición.

Las familias. Uno de los escollos que encontrará en su camino será la manifiesta división existente en el seno del PP de Eivissa. Su figura, no obstante, siempre se ha mantenido al margen de la ‘guerra de familias' de la que tanto se ha hablado y escrito en los últimos tiempos. El hecho de que Marí Bosó haya sido elegido sin ningún tipo de oposición y su talante conciliador le ayudarán en esta tarea. Eso sí, todos tendrán que poner de su parte para solucionar el conflicto de una vez por todas.

Juventud. Desde ayer, por lo tanto, el Partido Popular ibicenco inicia una nueva etapa en la que deberán aprender de los errores cometidos en la pasada legislatura en la que, eso sí, nunca tuvieron las finanzas de su parte. Y esta nueva época la encabezará un hombre con apenas 45 años. Marí Bosó todavía tiene por delante una larga carrera política y conoce perfectamente el funcionamiento de nuestras instituciones públicas. Su trabajo profesional como abogado y auditor de cuentas le avala para cualquier responsabilidad pública que se le antoje en un futuro, un perfil que debería ser el de la mayoría de representantes públicos de nuestras islas.