Menos palabras, pero más hechos

Eivissa19/02/15 0:00

El Consell de Formentera consiguió el martes, y no es una cuestión baladí, pagar el último crédito que tenía pendiente. En total, la institución insular abonó 613.000 euros al BBVA por un crédito que se había solicitado. De esta manera, el Consell de Formentera liquidaba su deuda con los bancos y se quedaba a cero, una gran noticia para los ciudadanos de la isla, que así ven cómo su principal institución deja de tener cargas extras con el pago de intereses bancarios. Quizás conviene ahora analizar qué ha ocurrido para que se produzca esta situación. De hecho, no puede pasar desapercibido, ni tampoco conviene olvidarlo, que el conseller d'Hisenda, el ibicenco José Vicente Marí Bosó, ha hecho grandes esfuerzos para pagar las deudas pendientes de los consells insulars. Por eso se pueden liquidar las deudas con los bancos.

Los consells. El socialista Francesc Antich se llenó la boca durante la última legislatura en la que gobernó que los consells tendrían un protagonismo especial, que se harían todos los esfuerzos posibles para que las instituciones insulares tuviesen un mayor protagonismo político. Sin embargo, los hechos no coincidieron con las palabras. El Govern de Antich acumuló deudas y deudas con los consells, que obligó a estas instituciones a solicitar préstamos a los bancos y aumentar su carga financiera. El tiempo ha demostrado que, además de palabras, el apoyo de Antich y su gobierno a los consells no fue real.

Todo liquidado. Las bonitas palabras de Antich -«será la legislatura de los consells», llegó a decir- poco tienen que decir con la política de hechos del actual Govern. Quizás también haya sido porque hay consells que han presionado para recibir lo que se les adeudaba, pero la realidad ahora es que las instituciones insulares, y se puede aplicar tanto al Consell de Eivissa como el de Formentera, están al día en el pago de proveedores, han liberado mucha carga financiera con la liquidación de préstamos, y afrontan un futuro económico con mucha más tranquilidad. Frente a bonitas palabras, hechos consumados.