Lamentable es la palabra que define esta situación. Yo empecé a correr cuando era muy pequeña, gracias a la pasión de nuestro querido y añorado John Tunks. Él nos enseñó que el atletismo es un deporte que une, no es un deporte sólo para competir, sino también para compartir.
Mi pasión por este deporte empezó hace muchos años y nunca he tenido duda de lo grande que nos hace como persona. Como siempre he dicho, no se corre para ganar a otro, sino para ganarte a ti mismo, el simple hecho de traspasar la meta ya es una victoria.
Yo intento inculcar a mis hijos los mismos valores que me enseñaron a mí, el deporte en general te hace más persona, más fuerte, más feliz. Por ello, ahí mi tristeza, ver como los niños de Formentera tienen que hacer deporte en esas condiciones, sin iluminación en la pista, el baño es químico sin ningún tipo de higiene, no hay vestuarios, hay un almacén o algo parecido el cual no tiene luz dentro y lo poco que había lo robaron hace unos meses, el césped artificial reutilizado del campo de fútbol volado por el aire y las malas hierbas saliendo por toda la pista.
Ya se han denunciado la situación en los medios de comunicación, pero seguimos igual.
Los responsables no encuentran una solución para el problema, pero nosotros como padres necesitamos urgentemente que se solucione por el bienestar de nuestros hijos y que puedan seguir practicando deporte de una forma sana y segura.
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