Educación social hoy: volvemos a los días grises, en una profesión de colores

Cierto es que los educadores sociales podemos presentarnos a las plazas de PTSC, pero no nos consuela como justificación, porque lo que nos produce disgusto es la eliminación de nuestra figura de un ámbito en el que podemos desarrollar, tal y como se ha visto, múltiples intervenciones exclusivas de nuestra profesión. Además, nos entristece que profesionales que han venido desarrollando con éxito y esfuerzo sus funciones en esas plazas se queden en situación de desempleo, sin posibilidad de presentarse a las nuevas porque el bolsín de PTSC se creó cuando ya estaban ejerciendo y obviamente no figuran en la lista.

Volvemos a las noticias que duelen, a las decisiones que perjudican a nuestra profesión de forma atrevida. A fantasmas que creíamos vencidos. A resoluciones que deben tener un motivo que se pierde entre una niebla de justificaciones incomprensibles. Hace ya unos años que se instauró la figura del educador social en los centros educativos de Secundaria. Se empezó llamando Técnico en Intervención Socioeducativa (Tisoc), lo que ya decía mucho sobre el conocimiento y aceptación que se tiene sobre nuestra profesión. Cuando se contrata un psicólogo, no decimos técnico en intervención emocional.... Pero a los educadores les llamamos mil cosas, ¿por qué?

Hace bien poco, gracias al Colegio Profesional CEESIB y al trabajo que vienen realizando compañeros en los centros educativos de promoción y conocimiento de la profesión y a través de la propia intervención socioeducativa, se han ganado el respeto de otros profesionales por su buena labor, y se visualizó este reconocimiento (que en otras carreras se obtiene cuando te graduadas) llamándolos al fin: educadores sociales de centros educativos.

Ahora, el Govern dice en su explicación que no elimina, sólo transforma. Aceptaré dicho concepto en un sentido: ciertamente hay una transformación: pasamos del reconocimiento de una profesión a sobreentender que la educación social en el ámbito escolar puede ejercerla otro perfil profesional, y que no pasa nada si se elimina, lo que menosprecia desde el grado que tan a bien imparten las universidades al numeroso grupo de alumnos que están estudiado y a los profesionales que estamos ejerciendo.

Sin embargo, es importante e imprescindible comprender que los educadores sociales no estamos reivindicando exclusividad absoluta, si no que pretendemos sumar esfuerzos y sumar profesionales en la atención de nuestros menores para mejorar en calidad. Todos cabemos en los centros educativos, PTSC y educadores sociales. Cuanta más multidisciplinar sea nuestra atención, más calidad.

Estamos encantados y a favor de la contratación de PTSC o cualquier otro perfil profesional, y que cada cual ejerza sus funciones de forma coordinada y en red con el resto. Aunque eso sí, no entendemos ni compartimos que sea a costa de sacrificar las plazas de educación social ocupadas por nuestros compañeros.

Dicho esto, apoyar a mis compañeros educadores sociales de centros educativos, bien llamados educadores sociales en mayúscula, ya que han abierto y han transitado por un camino que se prometía complicado y que al parecer ha sido de ida y vuelta.

Su esfuerzo, su profesionalidad y sus buenas prácticas quedarán en la mente de muchos menores y sus familias a los que han acompañado durante estos años. Seguramente os incorporaréis a otros ámbitos con un agrio sabor de boca de lo que podría haber sido y no fue. Os invito a que cuando tengáis ese sentimiento agridulce penséis que el resto de compañeros de profesión os valoramos, os reconocemos el trabajo y os apoyaremos siempre en esta injusta y mal meditada decisión. Gracias compañeros