La vaselina actúa rellenando temporalmente los arañazos, lo que mejora la apariencia de los lentes y aumenta la claridad visual. Su aplicación es sencilla y solo requiere una pequeña cantidad de producto. Primero, es crucial limpiar bien las gafas para eliminar cualquier partícula de suciedad que pueda causar más rayones durante el proceso. Luego, aplicar una capa fina de vaselina directamente sobre las áreas afectadas, usando un paño suave para esparcir el producto de manera uniforme. Finalmente, retirar el exceso con otro paño limpio y seco, puliendo suavemente hasta que las lentes queden claras.
Este método no solo es efectivo para arañazos superficiales, sino que también puede prevenir que los lentes se empañen, gracias a la capa protectora que la vaselina deja sobre el cristal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este truco no repara permanentemente los arañazos, sino que más bien ofrece una solución rápida y temporal para mejorar la visibilidad y el aspecto de las gafas.
Para aquellos que buscan una solución a largo plazo, es recomendable consultar con un profesional óptico. En algunos casos, podría ser necesario reemplazar los cristales rayados si afectan significativamente la visión o si los arañazos son demasiado profundos para ser disimulados con trucos caseros.
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