La magia de la tarde de Reyes se convirtió en escenario de un momento inolvidable en Sevilla. Ante la imponente Basílica de la Macarena, en pleno recorrido de la Cabalgata, el Gran Visir detuvo por un instante la atención de cientos de personas para arrodillarse sobre su carroza y pedir matrimonio a su novia, quien formaba parte del séquito de los Reyes Magos como paje.
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