Las diferencias entre los distintos lugares del mundo bien sean culturales o sociales suelen suponer un choque cuando nos mudamos a un país completamente diferente. Esto le ha pasado a Rylie, una chica de Estados Unidos, que llegó a España este mes de octubre y en pocos días alucinó con las diferencias que encontró, aunque, según bien explica ella, era consciente de que mudarse conllevaría esto.
La joven se ha mudado para trabajar como profesora de inglés en España gracias a un programa que permite ejercer esta profesión fuera de su Estado. El principal cambio que comenta es en los horarios, puesto que destaca que no se come hasta las 14 o 15 horas. «Ahora mismo la gente está fuera y no para la cena. Si tu vas entre las 18 y las 20 horas a cenar es muy temprano. Ahora voy entre las 21 y 22 horas», comenta la chica.
Otro de los aspectos que fascina a Rylie es que «todas las mujeres llevan tacones». La joven era consciente de que vestían más arreglados en España que en otros lugares europeos, o más que en California, que es de donde ella viene. En cuanto a la forma de vestir de los adolescentes también está asombrada porque tienen «libertad» a la hora de vestir. «Sé que vivir en una gran ciudad hace que tengas más libertad, pero aquí los adolescentes se visten como si fueran a irse de fiesta», comenta.
En el tercer aspecto, y último, que comenta vuelve al tema de los horarios. En esta ocasión habla de que los colegios comienzan a las 9 horas, algo que destaca como «increíble», y que terminan a las 14 horas. La joven destaca que los profesores no comen en el colegio, ya que terminan a esa hora y se van a casa, además de que tienen el desayuno a media mañana.
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