La llamada «rutina del explorador» se está convirtiendo en una tendencia en el ámbito de la salud mental y física, gracias a las recomendaciones de especialistas de la Universidad de Harvard. Esta práctica combina ejercicio con exploración y curiosidad, motivando a las personas a salir de su zona de confort para estimular mente y cuerpo.

La rutina del explorador implica actividades al aire libre como caminatas o senderismo, enfocándose en descubrir el entorno, observar detalles y sumergirse en la naturaleza. Al interactuar con un ambiente cambiante, el cerebro recibe una estimulación diferente a la de una actividad física repetitiva, lo que favorece las funciones cognitivas, la creatividad y el bienestar emocional. Además, esta práctica promueve la conexión con la naturaleza, lo que disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo.

La recomendación de Harvard también subraya que cambiar de ruta o introducir variaciones en las caminatas diarias puede potenciar esta estimulación mental.