La actividad deportiva puede afectar a la salud bucodental por diversas causas. En primer lugar, la deshidratación favorece la sequedad bucal (xerostomía), influyendo negativamente en la salud, mientras que el estrés se convierte en un factor de riesgo para la aparición de enfermedad periodontal, erosión dental, abrasión y bruxismo (rechinamiento).
A su vez, los dentistas han señalado que la ingesta de azúcares y ácidos favorecen la desmineralización de los dientes y, por tanto, la aparición de caries, erosión dental y enfermedad periodontal. Además, en la práctica de deportes acuáticos cabe considerar que el bajo pH del agua de las piscinas puede causar erosión dental.
Por ello, el Consejo General de Dentistas ha recomendado llevar una dieta saludable, limitando las comidas y bebidas con alto contenido en azúcares. Por ejemplo, cuando se come entre horas, una buena opción son las frutas, vegetales, queso y nueces, en lugar de otros alimentos como las galletas y barritas energéticas, que pueden producir caries.
Para mantenerse hidratado, lo más saludable es beber agua de forma regular, pero en el caso de tomar bebidas energéticas, es aconsejable contrarrestar su acidez enjuagando inmediatamente después la boca con agua y no cepillar los dientes hasta media hora después de haberlas consumido. Además, es más saludable consumir estas bebidas con una pajita reutilizable para evitar el contacto del líquido con los dientes.
Las personas que pasan mucho tiempo en piscinas con un pH del agua bajo deben enjuagarse la boca con agua del grifo después de nadar y cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental con flúor, pero nunca inmediatamente después de nadar.
Respecto al uso de protectores bucales, el Consejo General de Dentistas ha abogado por utilizarlos siempre que se realicen deportes de contacto o exista riesgo de recibir un golpe. El presidente de la Organización Colegial de Dentistas, Óscar Castro Reino, ha recordado que los protectores estándar que se venden directamente al público no son fiables, ya que no ajustan bien y por lo general ofrecen poca protección, por lo que hay que optar siempre por protectores fabricados a medida por el dentista.
En el caso de que se produzca una fractura dentaria, el Consejo ha recomendado intentar encontrar el fragmento del diente fracturado y mantenerlo en agua o en solución salina. Se debe acudir de inmediato al dentista que, en algunos casos, podrá pegarlo de nuevo.
Si se trata de un diente desplazado o con movilidad, han instado a no tocar el diente, evitar enjuagarse la boca y consultar al dentista con urgencia. Por su parte, si se produce una expulsión o avulsión del diente, se debe recuperar cogiéndolo por la corona, no por la raíz, y conservarlo en leche, saliva o solución salina.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.