El conflicto se remonta al año 2017, cuando ambas hermanas intervinieron en Socialité para contar que su antigua amiga habría amenazado a su niñera, Dulce, con "arrastrarla de los pelos" y tirarla por las escaleras durante una discusión.
La tonadillera demandó a Raquel y Bibi por vulnerar su derecho al honor y a la intimidad y exigió como indemnización 250.000 euros. El juez falló a favor de las hermanas y la cantante fue condenada a pagar las costas, que superaban los 25.000 euros.
La exconcursante de Supervivientes recurrió la sentencia a la Audiencia Provincial de Madrid. En aquel momento, contaba con el apoyo de su hijo, Kiko Rivera, quien iba a declarar a su favor. Sin embargo, tras su enfrentamiento, los abogados del productor musical retiraron la petición de su declaración.
De esta manera, casi cuatro años después, la cantante ha recibido la mala noticia de que la Audiencia Provincial ha fallado a favor de las Mellis, por lo que, según anunció en su día Kiko Matamoros, tendrá que desembolsar una cantidad que podría ascender a 70.000 euros para cubrir las costas judiciales.
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