Dicen que todo esfuerzo tiene su recompensa, y eso es lo que le pasó a Jayden Sutton, un estudiante de 18 años que diariamente caminaba 11 kilómetros para llegar hasta su trabajo.
El objetivo de solapar trabajo y estudio, y de caminar y caminar para no gastar en nada, no era otro que el de sumar la suficiente cantidad de dinero como para que le diera para comprarse un coche y así poder desplazarse de un lugar a otro, un trayecto en el que empleaba de seis a ocho horas, llegando a su casa casi a la media noche.
Y, en una de esas caminatas, este joven se cruzó el pasado diciembre con Lavonda, que, al verlo por una carretera bajo la lluvia, y tras conocer su historia, puso en marcha un deseo: regalarle un coche a Jayden.
Para lograrlo, creó una cuenta de GoFundMe y compartió la historia en su perfil con el reto de conseguir 4.000 dólares. Dicho y hecho, porque en un solo mes consiguió 7.000 dólares, de los cuales ella puso casi mil.
También colaboró el concesionario donde finalmente, y con la ayuda de su marido, también implicado, compraron el coche nuevo.
Al darle la sorpresa a Jayden, y colgar el momento en las redes sociales, el joven, con lágrimas en los ojos, solo acertaba a agradecerle a esta mujer su precioso gesto. «Sólo quiero darte las gracias. Un millón de veces. No sabes cuánto», alcanzó a decir.
2 comentarios
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... leyendo su instagram, se entiende por qué la sociedad estadounidense está tan mediatizada por el fanatismo religioso... god god god god god god... no da las gracias a la mujer, ni al concesionario, ni a internet, ni a los cientos de personas anónimas que le han comprado el coche... el único responsable es el god de las narices...
Bonita accion, aqui deberiamos regalar patinetes electricos a todos los ninis que tenemos en los parques de palma para acudir a los botellones