Actualmente, existen muchos tipos de anticonceptivos entre los que escoger. Sin embargo, dependiendo de la salud, edad y el deseo de tener hijos en un futuro no todos son adecuados para todas las personas. Por esta razón, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) nos informan de los pros y contras de los diferentes tipos de anticonceptivos de los que disponemos.
Entre este primer grupo de anticonceptivos están los métodos intrauterinos como el DIU o los implantes. El DIU tiene una alta tasa de eficacia y existen dos tipos: el hormonal que debe cambiarse a los 5 años y el de cobre, a los 10. Las mujeres con cáncer de cuello de útero o con infecciones en la pelvis siempre deben optar por el hormonal. Sin embargo, estas pueden ser sus consecuencias:
¿Qué sucede con los implantes anticonceptivos subdérmicos? Son varillas que se insertan debajo de la piel del brazo y son muy cómodos. Su tasa de eficacia también es muy alta, pero puede provocar aumento de peso. Además, la principal desventaja de la anticoncepción reversible de larga duración es que no protegen de las ITS y ETS.
Entre los métodos hormonales destacan los de acción corta en los que se encuentran la píldora solo con progestina y el anticonceptivo inyectable. Por otra parte, están los métodos hormonales combinados, es decir, los anticonceptivos orales combinados, el parche y los anillos. Si se utilizan tal y como corresponde la tasa de eficacia es muy alta.
Estos métodos son muy cómodos, pues en el momento en el que una mujer quiera quedarse embarazada solo tiene que dejar de tomarlos. Sin embargo, no protegen de las ITS y ETS y, además, el anillo vaginal no está recomendado para mujeres con «presión arterial alta, enfermedad cardíaca o determinados tipos de cáncer», como indican los NIH.
Estos son los tipos de anticonceptivos que se recomienda utilizar en combinación con las anteriores opciones. Estamos hablando de los preservativos tanto masculinos como femeninos. Son los únicos que protegen de las infecciones o enfermedades de transmisión sexual.
Sin embargo, en ocasiones las mujeres pueden tener alergia al látex, lo que puede dificultar el uso de estos anticonceptivos. Ante esta situación habría que analizar otras opciones. Tal vez espermicidas, esponjas anticonceptivas o el diafragma. Pero, en estos casos no hay una protección frente a ITS o ETS y, además, los espermicidas pueden causar vaginitis o reacciones alérgicas.
En los anticonceptivos de emergencia entra, de nuevo, el DIU de cobre, pero también la conocida «píldora del día después». El DIU debe colocarse dentro de las 120 horas desde que se produjo la relación sexual y es una alternativa a los métodos hormonales como la píldora.
La píldora de emergencia debe tomarse lo antes posible y suele causar sangrado, calambres en la parte baja del abdomen y también náuseas. Además, conviene no abusar de esta píldora y solo tomarla en casos muy puntuales. Con los métodos de barrera como el preservativo combinado con los demás que hemos mencionado debería ser suficiente para una completa protección.
Los métodos anteriores evitan embarazos no deseados, pero permiten que en el futuro estos sean posibles. Sin embargo, en el caso de tener claro que no se desea un embarazo, la esterilización es el método más fiable. La ligadura de trompas para las mujeres o la vasectomía para los hombres es lo mejor.
Sin embargo, en España los médicos suelen desaconsejar la ligadura de trompas para mujeres jóvenes por si se pueden arrepentir. Por eso, desde la Sociedad Española de Contracepción (SEC) insisten en «realizar un buen asesoramiento anticonceptivo previo a la realización de los métodos irreversibles».
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