Este dolor y los síntomas de la odinofagia dependerán del estado de la enfermedad, así como de los productos que se consuman, aunque en muchos casos puede ser intenso.
Los signos de alerta de la odinofagia son fáciles de percibir. «Además del dolor general en la faringe y esófago al tragar alimentos líquidos y sólidos», se puede producir «un ardor intenso y presión sobre los músculos de la zona afectada», destacan desde el Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid (IOM).
Si estos síntomas se intensifican y se vuelven más graves, la odinofagia se puede convertir en disfagia, «donde se dificulta cualquier intento de tragar». En estos casos, el proceso de deglución es muy complicado e incluso en situaciones graves se deben buscar alternativas para la alimentación.
Respecto a sus causas, la odinofagia puede ser motivada por múltiples factores preexistentes, «tales como la amigdalitis, la faringitis, la candidiasis, el citomegalovirus, hongos u otras infecciones en el área de la garganta», añade el IOM. Otras causas de esta patología pueden estar relacionadas con las enfermedades dentales como «la estomatitis herpética y la pericoronaritis».
Por otra parte, la irritación de los tejidos como consecuencia del consumo de alimentos muy calientes o muy fríos puede causar odinofagia. Además, «existen medicamentos de composición química muy agresiva que podrían afectar a los tejidos en la boca, garganta y esófago, causando episodios de odinofagia».
Cabe recordar que uno de los principales síntomas de los tumores en la zona de la garganta es la odinofagia. Por último, la aparición de úlceras como consecuencia de «enfermedades autoinmunes, tratamientos radioactivos, ingestión de sustancias cáusticas o con alta acidez, reflujo estomacal y gases tóxicos inhalados» podrían dar lugar a casos graves de odinofagia.
Desde la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., MedlinePlus, realizan la siguiente clasificación en relación a las posibles causas de los problemas de deglución dolorosa:
La odinofagia es una enfermedad de fácil tratamiento, ya que en la mayoría de casos se debe a causas leves y comunes entre la población como las infecciones de garganta. En este sentido, los profesionales sanitarios tratan la odinofagia con un doble enfoque. «La razón es que un episodio de odinofagia generalmente es consecuencia de otra patología, por lo que no tiene sentido tratar el síntoma sin prestar atención a la enfermedad subyacente», señalan en el IOM.
En el caso de enfermedades de garganta leves como la amigdalitis u otro tipo de infecciones relacionadas, «el escenario más común es tratarla con antibióticos junto con analgésicos orales». Por otra parte, si se trata de hongos en la boca o en la garganta, como la candidiasis, «se utilizan antimicóticos especiales». Además, estos hongos y las ulceraciones podrían manifestarse como consecuencia directa de sistemas inmunológicos debilitados.
Si se debe a una acidez estomacal, «se debe indagar en las razones para dicha situación gástrica anómala y tratarla con la mayor brevedad posible», destacan los expertos. En casos graves, si la odinofagia es causada por un tumor o cáncer, «el curso de acción es tratamiento radioactivo, quimioterapia y posible cirugía de extirpación».
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