Diagnosticar los cánceres pronto y antes de que hayan hecho metástasis, es una de las claves para reducir futuras muertes por cáncer. En este trabajo, Joshua Cohen, de la Universidad de Stanford, Palo Alto, California, Estados Unidos, y sus colegas desarrollaron una prueba de sangre no invasiva para el cáncer que evalúa mutaciones en 16 genes de cáncer, así como los niveles de diez biomarcadores de proteínas circulantes.
Los científicos estudiaron a 1.005 pacientes que habían sido diagnosticados con cánceres en estadio entre I y III de ocho tipos comunes, así como a 850 individuos control sanos, y encontraron que CancerSEEK detectó cáncer con una sensibilidad del 69 al 98 por ciento, según el tipo de cáncer. La prueba fue un 99 por ciento específica, lo que significa que la probabilidad de que un individuo sano reciba un resultado falso positivo fue muy baja. En algunos casos, el test también proporcionó información sobre el tejido de origen del cáncer, una hazaña que ha sido difícil en el pasado. Los pacientes estudiados por Cohen y sus colegas, según señalan los investigadores, ya habían sido diagnosticados con cáncer premetastásico sobre la base de los síntomas de la enfermedad.
El objetivo final de CancerSEEK es detectar el cáncer incluso antes, en etapas previas a que la enfermedad sea sintomática. Los investigadores estiman que el costo de este análisis de sangre para ocho tipos de cáncer puede ser menos de 500 dólares, que es comparable o inferior a las pruebas de detección actuales para tipos de cáncer únicos (por ejemplo, colonoscopia para el cáncer de colon).
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