Comunicación y organización, el camino hacia un equipo motivado y feliz

Estibaliz Romaña, coach de desarrollo personal, divulgadora y artista.

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Desde mi experiencia y las situaciones que me encuentro en el día a día laboral, veo constantemente cómo la comunicación en el trabajo, aunque parece algo sencillo, es uno de los aspectos más complejos dentro de cualquier entorno profesional.

¿Cuántas veces damos por hecho que los demás saben lo que pensamos? ¿O asumimos que están al tanto de lo que se espera de ellos?

Estas creencias son el origen de muchos conflictos y malentendidos.

La comunicación no es solo transmitir información; es asegurarnos de que llegue a la persona correcta, en el momento adecuado y de la manera más clara posible. Cuando esto no ocurre, se generan malentendidos, retrasos y conflictos que afectan la productividad y el clima laboral.

¿Cuántas veces la información no llega a quien debe porque no se utiliza el canal o el interlocutor adecuado? ¿O das por hecho que alguien sabe algo y luego descubres que no es así?

A menudo, asumimos que los demás entienden lo que queremos decir o lo que deben hacer, cuando en realidad puede que no sea el caso. También creemos que comprendemos lo que piensan o sienten, pero sin una comunicación clara y una escucha activa, solo estamos presuponiendo.

Estas son algunas de las repercusiones cuando la comunicación no se maneja bien y las tareas no están claramente asignadas. ¿Te sientes identificado en alguna de ellas?

Errores en la realización de tareas por falta de instrucciones claras o información incompleta.
Retrasos en la toma de decisiones porque los datos no llegan a la persona que debe actuar.
Confusión y frustración cuando los mensajes no son directos o se usan canales inadecuados.
Descoordinación entre equipos
Falta de motivación y compromiso , los empleados sienten que su voz no es escuchada o no tienen información suficiente para desempeñar bien su trabajo.
Extralimitación de funciones, casos en los que una persona asume responsabilidades que no le corresponden, generando interferencias con otros equipos y desajustes en la productividad.
Aumento del estrés y tensiones laborales, ya que la falta de claridad genera sobrecarga, malentendidos y frustración.

Un buen líder no solo guía a su equipo en la realización de tareas, sino que también facilita una comunicación clara y efectiva. Para ello es fundamental establecer objetivos claros, definir que se espera de cada miembro del equipo y cómo se medirá el resultado. También es clave elegir el canal adecuado y asegúrate de que la información llega a la persona correcta de la forma más efectiva.

Practicar la escucha activa con compasión, es decir, escuchar de manera atenta las necesidades, inquietudes y emociones de tu equipo, puede prevenir malentendidos y construir relaciones de confianza.

Como ya hemos dicho, evitar las suposiciones y verificar que todos comprenden las instrucciones es fundamental, además de fomentar un espacio donde se pueda preguntar sin miedo a ser juzgado.

Es base asignar tareas correctamente y asegurarte de que cada miembro del equipo entiendE su rol y sus responsabilidades, sin que haya ambigüedades.

También es importante detectar señales de estrés y frustración en tu equipo: al mostrar empatía, puedes identificar cuando un miembro siente presión, lo que te permite actuar antes de que afecte a su rendimiento y salud emocional.

Y, por supuesto, ser un ejemplo. Como líder, tu manera de comunicarte influye en todo el equipo. Sé claro, directo, empático y abierto al feedback. Además, toma responsabilidad no solo de tus errores, sino también de la situación en general, evitando culpar a otros; liderar implica reconocer, aprender y actuar con integridad.

Quizás estás pensando… "Soy líder de un equipo, pero no tengo todas estas habilidades y me gustaría desarrollarlas. ¿Qué puedo hacer?"

Las habilidades que se adquieren formándote como Coaching Leader son claves para mejorar la comunicación, la gestión de equipos y desarrollar habilidades para resolver conflictos antes de que escalen. Además, el coaching también fomenta la empatía, ayudando a los líderes a reconocer las emociones y preocupaciones de sus equipos, creando un ambiente laboral más saludable.

Una comunicación efectiva y una distribución clara de tareas son pilares del éxito empresarial y de un equipo organizado y feliz.

Cuando la comunicación y la organización fallan, el estrés aumenta, los conflictos escalan y la frustración se apodera del ambiente de trabajo. Lo positivo es que todo esto se puede prevenir con estrategias y habilidades que te brinda formarte como coaching leader: definir claramente las tareas, evitar presuponer, practicar la escucha activa y elegir bien los canales de comunicación.

Y lo mejor de todo ¡Mejorar tu comunicación es más fácil de lo que crees cuando tienes la intención de hacerlo!

Todo comienza con la decisión de mejorar. ¿Estás listo para dar el siguiente paso y convertirte en un líder más consciente y efectivo?

¡Escríbeme! esti.roma@gmail.com, www.estibalizromana.com