El detox que tu cuerpo necesita para un enero de ‘reset’ .

Llegamos al final de las fiestas y lo sabes: las semanas de brindis, turrones y cenas interminables pasan factura. El cuerpo empieza a quejarse con esa sensación de hinchazón, fatiga, piel apagada y digestiones pesadas que parecen no acabar nunca.

A esto lo llamamos «la resaca navideña», y no, no solo tiene que ver con el cava. Pero aquí llega la buena noticia: enero puede ser tu gran oportunidad para un reset.

Hoy te propongo un plan de detox integral para ayudar a tus órganos a recuperar su equilibrio, liberarte de toxinas y empezar el año con energía renovada. Porque, querida lectora, en la etapa de la menopausia, el cuidado de tu hígado, tus riñones, tu piel y tu intestino no es un lujo: es la clave para tu bienestar.

1. La clave está en tu hígado: el gran detoxificador natural

toxinas, metabolizando grasas y procesando hormonas. Sin embargo, después de las fiestas, trabaja horas extra lidiando con el alcohol, el azúcar y las grasas saturadas.

El proceso de depuración del hígado ocurre en dos fases clave, y conocer cuál de ellas tienes más lenta puede marcar la diferencia en tu detox:

        • Fase 1: Aquí el hígado transforma las toxinas en moléculas intermedias, a veces aún más tóxicas. Para que funcione correctamente, necesita nutrientes como las vitaminas del grupo B, el glutatón y antioxidantes como la vitamina C. Alimentos clave: Brócoli, coliflor, limón y nueces.

        • Fase 2: Es la encargada de eliminar las toxinas transformadas en la fase 1, haciéndolas solubles para ser excretadas por la bilis o la orina. Esta fase necesita aminoácidos esenciales y compuestos como el azufre. Alimentos clave: Ajo, cebolla, espárragos, alcachofas y proteínas magras.

¿Sabes cuál de estas dos fases tienes tú más lenta? Esta es la pregunta clave.

Si la fase 1 va demasiado rápido y la fase 2 está bloqueada, las toxinas intermedias se acumulan y causan fatiga, inflamación y síntomas como dolores de cabeza o irritabilidad. Por el contrario, si la fase 1 es lenta, las toxinas tardan en procesarse, lo que deja a tu cuerpo sobrecargado.

Solución personalizada: En función de tu fase más lenta, deberás tomar alimentos y suplementos específicos. Si tu fase 1 está lenta, necesitas antioxidantes y vitaminas del grupo B. Si es la fase 2, enfócate en alimentos ricos en azufre y aminoácidos (como huevo, pollo y vegetales crucíferos).

Por ejemplo, un suplemento con extracto de té verde y cardo mariano ayuda a optimizar la fase 1, mientras que los aminoácidos como la taurina y el glutatón apoyan la fase 2.

No te olvides del lubricante

Los lubricantes vaginales son esenciales en situaciones de sequedad vaginal o dolor durante las relaciones sexuales, una condición conocida como dispareunia.

2. Ayuda a tus riñones: el filtro silencioso.

Después del exceso de sal y alcohol, tus riñones necesitan un respiro para volver a funcionar correctamente. Si has notado retención de líquidos, piernas hinchadas o bolsas bajo los ojos, este es tu cuerpo pidiéndote ayuda.

Soluciones prácticas:

      • Hidratación: Bebe al menos 1,5 litros de agua al día. Es el primer paso para activar los riñones.

        • Infusiones diuréticas: Cola de caballo y ortiga verde facilitan la eliminación de líquidos retenidos.

        • Alimentos clave: Pepino, apio, sandía y calabacín son perfectos para drenar el exceso de líquidos..

3. La piel: tu espejo interno.

La piel es el órgano más visible y también uno de los primeros en mostrar los excesos navideños. Si notas que tu rostro está apagado, seco o con granitos, tu cuerpo te está avisando de que necesita depurarse.

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La solución está en el interior:

        • Hidratación constante: Además de agua, prueba infusiones antioxidantes como rooibos con jengibre.

        • Alimentos antiinflamatorios: Aguacate, nueces, aceite de oliva virgen extra y pescado azul aportan grasas saludables que nutren la piel desde dentro.

        • Apoyo con suplementos: Colágeno marino y antioxidantes como la vitamina C y el zinc rejuvenecerán tu piel.

Rutina extra: Realiza una exfoliación suave y aplica mascarillas hidratantes a base de ingredientes naturales como miel y aloe vera.

4. El intestino: el punto final para un detox completo

No podemos hablar de detox sin mencionar el intestino. Es aquí donde absorbes los nutrientes que necesitas y eliminas lo que tu cuerpo no quiere. Una microbiota alterada puede generar gases, hinchazón, fatiga e incluso cambios de humor.

¿Por qué cuidar el intestino en la menopausia?

Mantener un intestino saludable te ayuda a absorber mejor los nutrientes y suplementos, algo fundamental durante esta etapa. Además, optimizar tu microbiota puede acelerar el metabolismo y mejorar la digestión.

Plan para el reset intestinal:

• Suplementos probióticos: Ayudan a regenerar la flora intestinal.

• Fibra prebíotica: Aumenta tu consumo de alcachofas, espárragos, semillas de chía y lino.

• Infusiones digestivas: Rooibos con jengibre y melisa será tu mejor aliado después de cada comida.

5. ¿Lista para un reset completo?

Este enero, haz un reset consciente y progresivo para recuperar tu energía y sentirte ligera:

        • Hígado: Optimiza las dos fases de detoxificación.

        • Riñones: Drena líquidos y toxinas acumuladas.

        • Piel: Nutre desde el interior y luce más luminosa.

        • Intestino: Regenera tu microbiota y mejora la digestión.

¿Quieres descubrir cuál de las fases de detoxificación es más lenta en tu cuerpo y cómo optimizarla?

Te invito a unirte a mi reto detox personalizado, donde analizaremos tu proceso de detoxificación y te entregaré un plan adaptado con alimentos y suplementos específicos.

Puedes seguir todos los detalles en mi Instagram @mariajulvepharmacist, donde compartiré más información sobre cómo empezar tu reset este enero.