Hoy, en Puertas a la Vida, tengo el privilegio de contar con Raimon Samsó, un referente en desarrollo personal y maestro en manifestación consciente. Con 46 libros publicados, que transforman vidas y un mensaje que conecta lo espiritual con lo práctico, Raimon nos inspira a vivir desde nuestra esencia.
Desde El Código de la Manifestación hasta El Secreto del Decreto, su mensaje nos invita a recordar quiénes somos realmente y cómo podemos crear la vida que deseamos desde el poder del ‘yo soy’.
Hoy vamos a ir más allá del personaje, a descubrir al Raimon que conecta con su verdadera esencia y como esta conexión ha dado forma a su vida y a su propósito. Ponte cómodo y prepárate para una conversación auténtica, profunda y llena de inspiración.
¿Quién es realmente Raimon Samsó? Si tuviera que describirse desde su ‘yo soy’, sin títulos, ni etiquetas, ni logros ¿cómo se definiría?
—El uso de la lengua escrita dificulta la exposición del ser real, empezando por la palabra ‘yo’ que crea dualidad. En realidad, no hay un ‘yo’ separado sino un ser fractal que no es independiente de la fuente sino un reflejo de la misma. Todos somos la luz que proviene de la luz, como una vela prende en otra vela, sin que seamos la cera sino el fuego que le da sentido. Aunque la vida diaria dificulta esta visión expandida del ser, pues nuestros asuntos mundanos requieren una simplificación de nuestro concepto identitario, conviene recordarlo (somos sin necesitar una identidad) al menos una vez al día para no confundirnos con un ego mental (personalidad) o un yo espiritual (alma).
Todos somos manifestadores, aunque muchas veces lo hacemos de manera inconsciente, lo que puede traer situaciones no deseadas a nuestra vida. Cuando descubrimos que podemos manifestar conscientemente, todo cambia. Para quienes desean conectar con su poder manifestador, pero no saben por dónde empezar, ¿qué herramientas prácticas o hábitos recomendaría incorporar en su día a día?
—El principio siempre es el mismo y único: despertar a nuestra identidad real. Las personas que desconocen su realidad sufren sin fin. Nuestra única misión en este planeta es averiguar qué somos (no quién) y el resto viene dado por sí solo. Sin profundizar en el ‘yo soy’, o mejor dicho en el ‘soy’ no hay avance ninguno. La gente no tiene ni idea de qué es ni por qué está aquí; eso no solo le hace sufrir sino que anula todo sentido de la vida inventado que no sea averiguar su real identidad. Una vez una persona sabe qué es y de dónde procede, todo el poder del cosmos la apoya; se convierte en manifestadora de nuevas realidades. Accede a la magia del mago y lo es. Y de forma progresiva adquiere soltura en el arte de manifestar sus deseos. Lo siguiente que ocurre es que sus deseos dejan de importarle porque solo son recompensas mundanas que le aburren. Entonces su único deseo es no olvidar su real identidad y vivir desde ese esa verdad. No necesita manifestar nada de nada.
¿Recuerda cuál fue su primera experiencia de manifestación consciente? ¿Cómo transformó su visión de la realidad darse cuenta de que era capaz de influir en su vida de esta manera?
—Mi primera manifestación fue esta experiencia vital que no me fue dada, sino elegida. Tengo recuerdos intrauterinos. Después de niño caía en el olvido de mi realidad hasta que a los 27 años reclamé entregar mi vida a la verdad y no a la falsedad. Todas las decisiones se han encaminado a ese acto de coherencia con lo que siento real. Y la vida no me ha defraudado; solo la humanidad me ha defraudado. Entonces manifesté mi ideal de vida: ser escritor, vivir frente al mar, tener mucho tiempo libre y leer incansablemente… porque es el modo en que se enciende el conocimiento y la memoria de mi esencialidad. Creo que he despertado lo que no tiene que ver con iluminarse ni conceptos parecidos. Pero despertar es todo lo que se nos pide en esta existencia tan extraña. No es poca cosa, es todo por el momento.
Muchas personas abandonan al no lograr manifestar sus deseos, a menudo por estar aferradas a creencias, miedos o expectativas. En su camino, ¿hubo momentos en los que las cosas no salieron como esperaba? ¿Qué tuvo que soltar para permitir que lo que deseaba se manifestara en su vida?
—Los que no avanzan en sus deseos es debido a que no avanzan en su indagación identitaria, siguen sin saber quién o qué son y, por ello, nada consiguen. Tratan de manifestar desde el ego, lo que carece del poder del cosmos para crear. Solo luchan. En mi caso, tuve que renunciar a mi ego. Fue un proceso de tres años muy doloroso, una crisis personal, que me disolvió. Fue un gran regalo, pero a la vez comportó un sufrimiento enorme, es una muerte interior. Para tener una vida diferente hay que vivir desde una posición diferente. Llegar a ese centro es lo que llaman ‘el viaje del héroe’. Para manifestar hay que soltar el yo, incluso el yo, que fabrica, pero no crea, que lucha, pero nada grande consigue, que vive desde el miedo, pero no desde el amor…
En su libro ‘El Secreto del Decreto’ habla del poder de las palabras para transformar nuestra realidad. ¿Podría compartir un decreto sencillo pero poderoso que los lectores puedan empezar a usar hoy mismo para comenzar a manifestar sus deseos más profundos?
—Hay varios ejemplos, cada cual debe usar aquellos que sienta y crea profundamente pues la emoción que los acompaña lo es todo. No se trata de formular sortilegios de magia blanca sino de activar la emoción del deseo conseguido. Ese es el secreto de la manifestación deliberada. Por ejemplo: ‘Yo soy la perfección divina, manifiesto lo que soy; mi deseo ya está creado y ahora es manifestado’, ‘Todo soy y así manifiesto’, ‘Tengo el poder que crea universos’… etc. Insisto la emoción del resultado anticipada a este momento es lo que creará las sincronicidades para que una nueva realidad se desenvuelva desde el ámbito no visible donde todo es creado.
Cuando manifestamos desde el ego, nos enfocamos en deseos superficiales o momentáneos que no nos llenan realmente. ¿Cómo podemos manifestar desde el ‘yo soy’, alineándonos con nuestro propósito de vida y conectando con lo que nuestra esencia realmente desea?
—Solo sabiendo qué eres te sitúas en el centro creativo del universo. Desde allí, el avatar del ego te parece un juguete sin sentido. Entras en la realidad creativa haciendo introspección, visualización, afirmación, meditación… ello hace que cruces el portal entre lo ilusorio (mundo) y lo real (la fuente) y desde allí siembras la semilla de la emoción del deseo cumplido, después regresas al mundo ilusorio y aguardas con absoluta certeza del resultado. El ego pugna por tomar el control, pero solo puede conducirte a donde ya estás ahora, no más lejos. Nada de lo que quieres y no tienes te lo proporcionará el ego. Ya dio todo de sí.
En un mundo lleno de distracciones, ¿cómo podemos empezar a enseñar a las futuras generaciones a manifestar conscientemente? ¿Qué consejos prácticos daría a padres y educadores para guiar a los más jóvenes en este camino?
—A mí me funcionan la lectura y reflexión diaria. Cada día dedico varios momentos de mi jornada a resituarme en la verdad, a dar valor a lo que lo tiene y a quitárselo a lo que no lo tiene. Cuantos más momentos de reequilibrado tienes, más presente estás y menos caes en la ficción de tu vida mundana. Con unos minutos de receso y reflexión basta. Con leer unas páginas de un texto inspirado regresas a la verdad del ‘yo soy’ y contemplas tu vida como un teatrillo.
Te invito a escuchar la entrevista completa en https://relaxfm.es/podcast/
A Raimon Samsó lo puedes encontrar en ‘www.raimonsamso.com’ y @raimonsamso en redes sociales. Y a mí, como siempre, en ‘www.estibalizromana.com’ @estibalizromana_coach.
¡Feliz domingo y Abrazo del Alma!
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