Estibaliz Romaña,

La autoestima es un pilar fundamental en nuestra vida. No se trata solo de cómo nos vemos, sino de cómo nos hablamos, cómo nos cuidamos y cómo manejamos nuestras emociones y pensamientos.

Tener buena autoestima significa sentirnos bien con nosotros mismos, amarnos y respetarnos. Una autoestima sólida nos permite vivir de manera auténtica, tomando decisiones alineadas con nuestros deseos y necesidades.

¿Qué podemos hacer para fortalecer nuestra autoestima? Podemos seguir muchos caminos y cada uno de ellos contribuye a construir una relación más saludable y amorosa con nosotros mismos. A continuación, te explico los más efectivos desde mi punto de vista y propia experiencia. ¡Ponte cómodo! ¡Comenzamos!

EL PODER DE LAS PALABRAS: CÓMO TE HABLAS

¿Alguna vez has prestado atención a cómo te hablas a ti mismo? Las palabras que utilizas tienen un gran poder. ¿Qué te dices cuando te miras al espejo? Si la conversación interna está llena de críticas y juicios, es probable que tu autoestima se resienta.

Por ejemplo, si cometes un error en el trabajo, en lugar de decirte "Soy un desastre", podrías decir "Todos cometemos errores; esto es una oportunidad para aprender". Cambiar tu narrativa interna es un paso crucial para fortalecer tu autoestima.

Te propongo dos ejercicios:

  • Escribe tu diario de pensamientos. En una columna los negativos y al lado, en otra columna, reescríbelos de manera positiva. ¿Cómo cambiaría tu día si en lugar de criticarte, te dieras palabras de amor?

  • La repetición de afirmaciones positivas como "Soy capaz" o "Me amo tal y como soy" ayudan a reprogramar tu mente enfocándote en tus fortalezas en lugar de en tus debilidades.

PARAR Y ESCUCHARTE: UN VIAJE INTERIOR

La vida nos lleva a un ritmo frenético. ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y escuchaste cómo te sientes realmente?

Identificar tus emociones es el primer paso para manejarlas de manera saludable. Muchas veces, pasamos por alto señales importantes de estrés o ansiedad hasta que se convierten en un problema. Para evitar llegar a este extremo utiliza medidas preventivas como:

- Dedica unos minutos cada día a cerrar los ojos y respirar profundamente, preguntándote: ¿Cómo me siento en este momento? Esta práctica te ayudará a sintonizar con tus emociones y a manejar mejor el estrés.

- Si sientes que te cuesta identificar o manejar tus emociones, busca la ayuda de un coach quien te guiará a explorar tus sentimientos y desarrollar herramientas para mejorar tu bienestar emocional, ayudándote a crear una vida más equilibrada y consciente.

SAL DE LA MENTE Y CONECTA CON TUS DESEOS

Nuestra mente puede ser una trampa si nos dejamos llevar por pensamientos negativos o preocupaciones constantes.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que realmente te apasiona?

Conectar con actividades artísticas como pintar, bailar o cualquier otra que te apasione es una forma poderosa de salir de la mente y conectar con tus deseos más profundos.

Si disfrutas cocinando, dedica tiempo a preparar una receta nueva. Si te gusta cuidar el jardín, pasa tiempo en la naturaleza, observa las flores y respira profundamente. Estas actividades no solo te hacen sentir bien, sino que también te ayudan a estar presente y a conectar contigo mismo.

Otra forma de salir de la mente es a través del mindfulness. Practicar la atención plena mientras realizas actividades cotidianas, como caminar o lavar los platos, puede transformar estas tareas en oportunidades para estar presente y disfrutar del momento. ¿Qué pasaría si te permitieras disfrutar plenamente de cada momento en lugar de preocuparte por el futuro?

ESTABLECE LÍMITES SALUDABLES


Saber decir "no" y establecer límites saludables es esencial para nuestra autoestima. ¿Cuántas veces has aceptado algo que no querías hacer por miedo a decepcionar a los demás? Aprender a decir "no" es un acto de amor propio.

Establecer límites no significa ser egoísta, sino cuidar de tu bienestar. Por ejemplo, si estás agotado y un amigo te pide ayuda, puedes explicar que necesitas descansar y ofrecer tu apoyo en otro momento. Mantener tu centro y priorizar tu bienestar te permitirá estar en mejores condiciones para ayudarle cuando realmente puedas.

Empieza por reconocer tus necesidades y expresarlas de manera clara y respetuosa. ¿Cómo te sentirías si empezaras a decir "no" sin sentir culpa? Proteger tu tiempo y energía es esencial para mantener un equilibrio saludable en tu vida.


AUTOCUIDADO DIARIO: UN RITUAL DE AMOR PROPIO


El autocuidado diario es fundamental para una buena autoestima. ¿Qué haces diariamente para cuidar de ti mismo? Meditar, respirar conscientemente, hacer ejercicio y comer de manera saludable son prácticas que nutren nuestro cuerpo y mente.

Por ejemplo, comenzar el día con una breve meditación puede ayudarte a establecer una actitud positiva para el resto del día. Incorporar alimentos nutritivos y hacer ejercicio regularmente no solo mejora tu salud física, sino que también eleva tu estado de ánimo y energía.

El autocuidado también puede incluir actividades como tomar un baño relajante, leer un libro que te inspire o simplemente descansar cuando lo necesites. ¿Qué pasaría si dedicáramos más tiempo a actividades que realmente nos nutren? Hacer del autocuidado una prioridad diaria es una forma poderosa de mostrarte amor y respeto a ti mismo.

ALINEA TUS CENTROS ENERGÉTICOS Y LIMPIA TU ESPACIO

Nuestro entorno y nuestro cuerpo están interconectados. ¿Cómo es el espacio en el que vives? Mantener la casa limpia y ordenada tiene impacto positivo en tu bienestar emocional. Dedica tiempo a deshacerte de lo que ya no necesitas y a organizar tu espacio de una manera que te haga sentir bien.

Actividades como el yoga no solo ayudan a mantener tu cuerpo en forma, sino que también equilibra tus centros energéticos, promoviendo una sensación de paz y armonía.

PLANTA PENSAMIENTOS POSITIVOS

La calidad de tus pensamientos influye directamente en tu autoestima.

Plantar pensamientos positivos y nutrirlos es esencial. ¿Qué tipo de pensamientos riegas en tu mente cada día? En lugar de enfocarte en lo negativo, busca conscientemente aspectos positivos en cada situación.

Por ejemplo, si enfrentas un desafío, en lugar de pensar "No puedo hacerlo", podrías decirte "Esto es difícil, pero soy capaz de encontrar una solución". Esta simple práctica puede transformar tu perspectiva y fortalecer tu autoestima.

Otra técnica es la gratitud. Al finalizar el día, dedica unos minutos a escribir tres cosas por las que te sientes agradecido. ¿Cómo cambiaría tu vida si te enfocaras más en lo que tienes en lugar de lo que te falta?

Construir una autoestima sólida es un viaje continuo que requiere atención y cuidado diario. Cada pequeño cambio cuenta y el amor propio es la base para una vida plena y feliz. Al hablarnos con amabilidad, escucharnos, conectar con nuestras pasiones, establecer límites, cuidarnos diariamente, alinear nuestro entorno y plantar pensamientos positivos, estamos creando un espacio interno de fortaleza y bienestar.