Te cuesta trabajo dejar de pensar en tus problemas incluso cuando estás haciendo otra actividad…Te preocupa el futuro, tener problemas económicos, tu muerte o la de tus seres queridos incluso estando sanos, la vejez y la soledad a pesar de que eres joven…Te preocupas más que los demás…Te preocupas por problemas inexistentes…Todo te afecta.
¿Qué puedo hacer para dejar de sentirme así?
Las preocupaciones son pensamientos producto de nuestra mente egoica. Esta parte se encarga de crear todas las emociones negativas como el miedo, la culpa, el odio, los celos... Cuando estamos en esta vibración es porque nos hemos desconectado de nuestra parte verdadera, nuestra esencia, la que está en tranquilidad, en paz, no se preocupa ni tiene problemas.
Es posible que estés pensando «Si claro, en los mundos de Yupi se podrá vivir sin preocupaciones». Vivir en ese estado de «no preocupación» es un proceso y lleva su tiempo…
Es posible es simplificar, conseguir reducir esos pensamientos negativos, las preocupaciones (sobre todo las creadas porque nos estamos proyectando en el futuro y ni siquiera existen), con el objetivo de vivir de una manera más serena y en equilibrio.
¿Estás dispuesto a intentarlo?
Si la respuesta es SI ¡Sigue leyendo!
¿PREPARADO PARA CAMBIAR TUS ESQUEMAS MENTALES?
La clave está en empezar a cuestionar tus esquemas mentales, las creencias aprendidas y comenzar a cambiarlas. Sólo tú puedes quitar poder a estos pensamientos negativos. Poco a poco, llevará tiempo, pues estamos muy acostumbrados a ellos, a crearnos problemas y preocupaciones. Para muchos es una forma de vida. Si es la tuya y ya estás cansado ¡Es hora de tomar acción!
Aquí van unas cuantas creencias que puedes empezar a cambiar.
CUANTO MÁS TE PREOCUPES MÁS RESPONSABLE SERÁS
Nos han enseñado que las personas más responsables son las que más preocupadas están. En nuestra sociedad la ansiedad y el estrés están normalizados y asumimos que toda persona responsable, comprometida con su trabajo y su familia lleva una sobrecarga. Responsabilidad y preocupación van de la mano y cuanto más te preocupes más responsable serás.
¿En serio?
Vamos a cuestionarnos esta creencia y a cambiar nuestros esquemas mentales.
No por preocuparnos más vamos a solucionar mejor los retos y situaciones que la vida nos ponga delante. No por estar más sobrecargados vamos a ser más admirados por el resto o por nosotros mismos. La preocupación excesiva nos hace enfermar (estrés, ansiedad, dolores musculares, peso en la espalda…) nos hace menos competentes y mucho menos felices.
Es importante poner límites, gestionar el tiempo, asumir que no siempre podremos con todo y que es muy bueno delegar.
SI NO ME PREOCUPO POR ALGO, ES PORQUE NO ME IMPORTA
¿Lo crees de verdad?
Que algo te importe no significa que vaya de la mano con una preocupación. La clave para recuperar tu tranquilidad está en ti mismo.
Empieza a fijarte qué es lo que te está preocupando:
¿Algo que sucedió en el pasado?
Si es así, estás desgastando energía por algo que ya pasó y no se puede cambiar. Acéptalo, asume que es pasado, sigue adelante y vive el presente. Es lo único que tenemos, lo único que existe, el aquí y ahora. Y recuerda, esto no significa que no te importa, significa que has ganado la batalla a tu ego, has aceptado y has conseguido vivir más tranquilo.
¿Te preocupa el futuro?
Si es así, te estás preocupando por algo que no ha pasado, ni siquiera sabes si va a pasar ¿A caso eres adivino? En el pasado ¿Conseguiste adivinar lo que te está sucediendo ahora? Pues con el futuro va a suceder lo mismo. ¿Te merece la pena estar dándole vueltas a la cabeza por algo que probablemente no pase?
Cuando estés en ese bucle di ¡STOP! e inmediatamente, al decir esta palabra, deja de proyectarte en el futuro y AGREDECE el presente, que es todo lo que tienes y lo único que existe.
SI NO ME PREOCUPO ES QUE NO SOY SOLIDARIO
Preocuparse significa anticiparse a un problema que ni si quiera existe y no sabemos si existirá. Ocuparse es otra cosa, es tomar acción para resolver el problema.
La clave es darte cuenta de si puedes hacer algo o no para resolver el problema. Si puedes influir para que todo vaya mejor entonces ¡Toma acción! Si, por el contrario, por mucho que hagas la situación no va a mejorar, no te sientas culpable, ni insolidario por no preocuparte.
La pregunta es: «¿Me estoy ocupando o me estoy preocupando?» Si te estás preocupando, sé consciente que rumiar problemas es algo ineficaz, que te va a descargar y no vas a conseguir nada dando vueltas y vueltas a lo mismo. Lo único que puedes conseguir es desgastarte y enfermar. ¿Quieres esto para ti?
Está en tu mano cambiar el pensamiento y dejar de preocuparte por cosas que lo único que hacen es robar tu energía. Si así lo decides poco a poco, conseguirás empezar a vivir de una forma más serena, disfrutarás más de la vida y por tanto serás más feliz.
¿Te imaginas como puede cambiar tu día a día?
Como siempre digo y no me cansaré de repetir…la clave es ponerlo en práctica, así que ¡sal al mundo a practicar y observa como eres capaz de transformar tu vida!
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