Un informe pericial sostiene que la niña de 13 meses de la escoleta de Rocafort (Valencia) que falleció en noviembre de 2020 lo hizo como consecuencia de un atragantamiento por la ingesta de pollo, y no por dos habitas baby, tal y como sostenía el centro. Además, apunta que el suceso se registró, según las testificales, sin la supervisión de la educadora y con esta persona atendiendo a otro niño y tras maniobras inadecuadas practicadas a la bebé por empleadas del centro.
Así se desprende del informe, encargado por la familia de la niña, que este martes se ratificará en el Juzgado de Instrucción número 4 de Moncada, órgano que investiga la muerte de la menor.
La bebé sufrió un cuadro etiquetado de 'atragantamiento' el 2 de noviembre de 2020 mientras estaba siendo alimentada en la Escuela infantil municipal de Rocafort. Tal y como se desprende del informe, al que ha tenido acceso Europa Press, una vez advertido el problema, se iniciaron maniobras de expulsión de cuerpo extraño y de reanimación cardio-pulmonar por el personal del centro, que se continuaron con la actuación de la Policía Local, pediatra de Urgencias y el '112'.
La niña recuperó el latido cardiaco a los 20 minutos de iniciadas las maniobras de reanimación en la ambulancia, se le trasladó a un hospital y falleció a los dos días, el 4 de noviembre. En el centro médico se le extrajo material del bronquio principal derecho y bronquios secundarios y el material se describió como compuesto por múltiples fragmentos de consistencia blanda y, otros, algo más dura.
El día de los hechos, la menor, según las testificales, tenía para comer sopa, pollo y habitas baby. Desde el centro apuntaban que pudo atragantarse con las habitas pero el perito lo descarta: «Todo apunta a deducir que el material extraído en la broncoscopia incluía pollo», que es de una consistencia más dura y «tiene las características necesarias para generar un bolo y producir un atragantamiento y ulterior muerte».
Pudieron corroborarlo
El perito justifica también esta afirmación en las manifestaciones que hizo la pediatra que atendió a la menor, cuando aseguró que la niña había comido sopa de lluvia con pollo y que pudieron corroborarlo cuando estuvieron reanimándola.
«De los elementos que componían el material ingerido, en mi opinión, es el pollo el único capaz de generar un bolo alimenticio con posibilidades de obstruir la faringo-laringe. El resto del material --habitas baby y sopa de lluvia--, por sus características --tamaño y consistencia--, no puede provocar una obstrucción de la vía aérea como la que la niña sufrió, causante del fallecimiento», señala.
«Para un atragantamiento tan severo sin un objeto de gran tamaño, con múltiples fragmentos en el bronquio, algunos de ellos duros, lo más lógico es que la niña ingiriera sin masticar/deglutir una cantidad significativa de alimento. Esto no es compatible, en mi opinión, con la administración de una o dos habichuelas y con una ausencia de ingesta de pollo», agrega y mantiene que la menor «dejó de estar supervisada» durante un tiempo «significativo» para que esto pudiera suceder.
"de forma tardía"
Por otro lado, el forense cuestiona la atención inicial que recibió la niña, puesto que se le realizaran maniobras de reanimación cardio-pulmonar «de forma tardía».
Al respeto, el perito indica: «Analizando las maniobras realizadas, se echa de menos la realización de maniobras de comprensión tóraco-abdominal antes del inicio de la reanimación cardiopulmonar. Si la niña se encontraba inconsciente, lo indicado es realizar estas maniobras pues las comprensiones torácicas que incluyen estas maniobras pueden actuar desobstruyendo la vía aérea. Sin embargo, en este caso no consta se realizaran tales maniobras» hasta momentos posteriores, no en una primera asistencia.
En cuanto a los extractores utilizados con la menor para sacarle el alimento, según los antecedentes facilitados, «este sistema se usó sin supervisión técnica en un momento en que las maniobras de golpeo en la espalda habían sido inefectivas, con la niña inconsciente y sin haber realizado antes maniobras de reanimación, lo que se aparta de las recomendaciones en estos casos», apunta.
El abogado de la familia, Benito Nemesio, ha explicado en declaraciones a Europa Press que la familia «busca saber la verdad de lo ocurrido» porque «en su día solo se habló de comer un haba y esta explicación nunca encajó ni tuvo sentido. Ahora vemos que pudo ser con el pollo», ha dicho. También ha lamentado que las prácticas de reanimación iniciales no fueron las correctas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.