Varios aeropuertos alemanes, entre ellos los de Múnich, Düsseldorf, Colonia/Bonn y Dortmund han comenzado a ofrecer a partir de este sábado la posibilidad pruebas gratuitas de coronavirus a viajeros que regresan de sus vacaciones en regiones consideradas de riesgo, según han anunciado los portavoces de los operadores aeroportuarios.
El aeropuerto de Berlín se adherirá la próxima semana y otros aeropuertos también planean hacerlo pronto.
Mientras tanto, el ministro alemán de Salud, Jens Spahn, está comenzando a investigar la posibilidad de obligar a los viajeros a someterse al test, según ha declarado a la emisora de radio Deutschlandfunk.
Spahn y los ministros de Salud de los estados federados alemanes acordaron el viernes que todos los viajeros que regresen de regiones consideradas de riesgo podrán hacerse gratuitamente pruebas para detectar el coronavirus a su regreso a Alemania.
Quienes no cuenten con un test negativo tendrán que entrar en cuarentena doméstica durante dos semanas, como lo estipulado hasta ahora.
También los viajeros procedentes de países no considerados de riesgo, entre los que se encuentran casi todos los miembros de la Unión Europea, pueden someterse voluntariamente a un test dentro de un plazo de 72 horas.
En los cuatro aeropuertos de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, aterrizan de momento unos 160 aviones semanales. Se estima que en ellos regresan más de 15.000 pasajeros de regiones consideradas de riesgo por el Insituto Robert Koch de Berlín (RKI), ente gubernamental encargado de la prevención de enfermedades contagiosas, entre ellas Turquía, Egipto, Marruecos e Israel.
En sus declaraciones, Spahn subrayó, sin embargo, que confía en primer lugar en la responsabilidad propia de los viajeros, así como en el efecto de un mayor número de campañas de información y de posibilidades de realizar pruebas de diagnóstico.
«Estamos investigando si es legalmente posible, dado que obligar a alguien a hacer un test es una injerencia en la libertad del individuo», ha señalado el ministro, a la vez que agregó que los tribunales examinan meticulosamente que cada intervención regulativa respete el principio de la proporcionalidad.
«Haremos posible que cada viajero que regrese a Alemania (y quiera) pueda realizarse un test», explicó Spahn. «Estoy muy a favor de que más bien se haga un test de más que de menos. Pero básicamente se aplica a las vacaciones lo mismo que en casa: se trata de cuidarnos mutuamente», enfatizó.
Con respecto al reciente aumento del número de nuevas infecciones con coronavirus en Alemania, Spahn dijo que «se debe principalmente a las actividades de viaje, a las personas que regresan de ciertas regiones, en parte de los Balcanes occidentales o de Turquía».
El ministro destacó que se ve en ello que incluso los viajes por tierra «conllevan asimismo riesgos».
«Lo que tenemos en este momento son muchos pequeños brotes», observó Spahn, y añadió que la pregunta en este momento es «si esto se convertirá en una ola o si juntos conseguiremos romperla a tiempo, es decir, detectar rápidamente las cadenas de infección y detenerlas rápidamente. Para ello es necesario realizar tests de manera específica pero también a gran escala», ha concluido.
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