Las nuevas generaciones «no parecen enfrentarse», en términos de temporalidad, a un mercado de trabajo más precario que generaciones anteriores, según el Banco de España, aunque, en términos de parcialidad, la institución sí observa una «clara tendencia estructural» hacia una menor duración de la jornada que afecta a todos los grupos de edad y a todos los niveles educativos, pero con mayor intensidad a los jóvenes menos formados y con estudios medios.
«En términos de precariedad laboral, las generaciones más jóvenes se enfrentan a una temporalidad ligeramente menor, pero, por otro lado, quienes permanecen con contratos temporales sufren una mayor rotación, mientras que la parcialidad ha acelerado su ritmo de avance, especialmente entre los jóvenes con estudios medios y bajos», subraya el organismo.
Así lo asegura la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos en un artículo en el que analiza las tendencias laborales entre generaciones en las últimas décadas. De su estudio, que sólo tiene en cuenta a la población masculina por la menor participación de la mujer en el mercado laboral, se obtienen varias conclusiones.
En primer lugar, el Banco de España constata que los salarios reales medios percibidos a cada edad por los trabajadores más cualificados han caído a lo largo de las distintas generaciones, mientras que apenas han variado en el caso de los trabajadores de menor cualificación.
Cuando se combinan dichos datos con la cantidad de tiempo trabajado, el resultado es una caída generalizada de las rentas anuales medias en el periodo más reciente, desde la crisis financiera de 2008. En este punto, el Banco de España señala que el empeoramiento de las rentas anuales que sufren las generaciones más jóvenes «parece tener un cierto componente cíclico».
En este estudio, el Banco de España apunta que el salario mensual medio percibido por los trabajadores menos formados apenas ha variado a lo largo de las distintas generaciones, mientras que en el caso de los mejor formados se observan caídas en las generaciones más recientes.
Así, el salario medio mensual de los trabajadores con estudios bajos nacidos en 1967 superaba ligeramente los 1.000 euros al cumplir los 20 años, incrementándose de manera progresiva, en consonancia con la acumulación de experiencia laboral, hasta superar los 2.000 euros mensuales a la edad de 40 años.
En el caso de trabajadores con estudios altos, un universitario nacido en 1967 recibía un salario medio de algo más de 2.500 euros al mes a los 30 años, cifra que aumenta con la edad, hasta acercarse a los 4.000 euros a los 40 años.
Según el Banco de España, antes de la crisis de 2008, los salarios medios mensuales antes de los 30 años de las generaciones nacidas más tarde eran similares a los recibidos por las generaciones anteriores, e incluso algo mayores en el caso de los trabajadores de baja cualificación. Sin embargo, con la llegada de la crisis y en años posteriores, «los salarios medios dejaron de crecer con la misma intensidad ante incrementos de la experiencia, un fenómeno generalizado entre todas las generaciones y niveles educativos».
De este modo, un trabajador con estudios altos nacido en 1977 recibía un salario medio a los 40 años (en 2017, es decir, una vez finalizado el período de crisis) «sensiblemente inferior» al percibido a esa misma edad por los nacidos en 1967. Mientras que los nacidos en 1967 tenían entre 30 y 40 años en el decenio 1997-2007, un período expansivo, los nacidos en 1977 tenían esa edad entre 2007 y 2017.
Esta caída salarial tras la crisis, precisa, también ha afectado a los trabajadores menos formados, «pero en menor medida». No obstante, si se suma el efecto del ciclo económico sobre los salarios, las diferencias entre generaciones apenas cambian. «Esto sugiere que el fenómeno de salarios medios más bajos observado tras la crisis financiera para las generaciones más recientes podría obedecer no a causas relacionadas principalmente con la posición cíclica de la economía, sino a factores de naturaleza estructural, y, por tanto, tendría un carácter más permanente», afirma la institución.
«Hasta la llegada de la crisis de 2008, los salarios medios mensuales a tiempo completo presentaban una estabilidad intergeneracional bastante marcada, tan sólo rota por ligeras subidas en el caso de los jóvenes menos formados y pequeñas bajadas en los trabajadores de mediana edad más cualificados. Sin embargo, la llegada de esa crisis coincidió con moderaciones salariales generalizadas para las nuevas cohortes, que han sido más intensas para los trabajadores más formados», resume.
Si se examina la renta salarial anual total, que incluye los períodos de desempleo y las horas trabajadas, además de los salarios mensuales a tiempo completo, la conclusión del Banco de España es que ha producido una caída generalizada de las rentas salariales anuales para las generaciones más recientes, que parece tener un cierto componente cíclico.
A modo de ejemplo, un trabajador nacido en 1967 o en 1977 con estudios bajos recibía, en promedio, en torno a 2.000 euros anuales cuando tenía 20 años. Sin embargo, a esa misma edad, un trabajador con el mismo nivel de formación nacido en 1987 recibía una renta bastante superior, de casi 6.000 euros anuales.
Esta mejora también se produjo a otras edades y también para los trabajadores de alta formación. Así, la renta anual típica de un trabajador universitario nacido en 1967 era algo superior a 20.000 euros anuales a los 30 años, mientras que, a esa misma edad, la renta de uno nacido 10 años después aumentaba a 25.000 euros.
No obstante, con la llegada de la crisis financiera, las rentas anuales «empeoraron significativamente» para todos los trabajadores, con independencia de su nivel de formación. Sin embargo, si se tiene en cuenta el efecto del ciclo económico, gran parte de las diferencias entre generaciones desaparecen, de forma que las curvas de renta tienen un perfil muy parecido, independientemente del año de nacimiento.
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