«Si Podemos tiene personas independientes de reconocido prestigio no rechazaré esas sugerencias, sino que las tendré muy en cuenta», ha dicho en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press.
Sánchez ha negado que tenga un sentido monopolizador del poder, ha avanzado incluso su intención de conformar un Consejo de Ministros con más independientes que el actual si resulta investido, pero ha rechazado de manera frontal un «cogobierno» con los 'morados'.
«No necesitamos un cogobierno, dos gobiernos en uno. Necesitamos un gobierno con un mensaje coherente», un gobierno «progresista, pero que no dependa de las fuerzas independentistas», ha resumido. «Lo que ofrece Unidas Podemos no es precisamente eso», ha añadido.
DIFERENCIAS DE FONDO EN CATALUÑA
Sánchez ha explicado que el PSOE y Unidas Podemos tienen «muchísimas coincidiencias» en políticas sociales, pero también «grandes diferencias», por ejemplo sobre «cómo resolver la crisis catalana». Los 'morados', ha recordado, defienden el derecho de autodeterminación de los catalanes y votaron en contra de suspender a los presos del 'procés' electos.
De ahí que su oferta de Gobierno de cooperación a Podemos se circunscriba a incorporar a miembros de los 'morados' en cargos intermedios de la Administración y a estudiar propuestas de independientes de reconocido prestigio para dirigir algunos Ministerios que le hagan llegar desde la formación de Pablo Iglesias.
Y para garantizar la estabilidad del país evitando que la gobernabilidad dependa de los partidos independentistas, Sánchez ha insistido en reclamar la abstención de PP y Ciudadanos en su investidura, que espera que pueda seguir adelante en este mes de julio.
Las dos formaciones conversadoras rechazan abstenerse, pero tienden la mano a Sánchez para intentar alcanzar pactos de Estado una vez consiga formar gobierno. El primero de esos pactos de Estado que se podría hacer, les ha respondido Sánchez, es precisamente que «no bloqueen la formación de un Gobierno progresista que no dependa de fuerzas independentistas».
Sánchez justifica su desconfianza en los partidos independentistas por la decisión que tomaron en el último momento de tumbar su proyecto de Presupuestos, lo que llevó al adelanto de las elecciones generales. «Todos hemos de sacar una lección. No se puede hacer descansar la gobernabilidad de España en las fuerzas independentistas», ha incidido.
Ante la negativa del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, a acudir a una nueva reunión con Sánchez para hablar de la investidura, Sánchez ha dicho que él «siempre» tendrá la puerta abierta para hablar con él y ha recordado que él, siendo jefe de la oposición, siempre acudía cuando el presidente Mariano Rajoy le llamaba.
A pesar de la última encuesta del CIS que le otorga una intención de voto al PSOE del 40%, Sánchez ha asegurado de modo tajante que no ha pensado en convocar de nuevo elecciones porque considera que los españoles han cerrado un ciclo electoral «muy intenso», con hasta cuatro convocatorias (generales, municipales, autonómicas y europeas) en las que han dicho con claridad que «quieren que gobierne el PSOE».
«No quiero llegar a esa situación», ha señalado en relación con la repetición electoral, comprometiéndose a hacer «todo lo posible» por evitarlo. «Seré generoso. Estoy dispuesto a negociar con todos a cualquier hora», ha añadido, dejando sin contestar la pregunta de si se creía ese sondeo del CIS.
En este sentido, Sánchez considera que el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, comentó probablamente «para provocar» que quizás convendría repetir las elecciones para que en noviembre España pudiera tener un gobierno estable.
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