Así, en primer lugar, la plataforma pasará a operar de forma directa vehículos de alquiler con conductor (VTC) en Barcelona, en vez de ser un intermediario de reserva de este tipo de servicios, como hasta ahora y como lo seguirá siendo en el resto de ciudades donde opera, en Madrid, Málaga, Sevilla, Alicante, Valencia y Murcia.
Además, la compañía ha encontrado una vía legal para sortear los quince minutos de antelación. El cliente sólo tendrá que esperar este tiempo cuando se dé de alta en el servicio y para el primer viaje, y no en los sucesivos, dado que se considera que ya no tendrá que contratarlos, sino pedirlos.
«Una vez que el usuario acepte las condiciones de contratación y transcurra el periodo de antelación estipulado por la normativa, el viajero de Cabify habrá contratado un servicio de transporte del que puede hacer uso sin necesidad de ir contratando cada viaje», indicaron al respecto a Europa Press en fuentes de la compañía.
Cabify sortea así legalmente la principal medida establecida en el Decreto aprobado por el Govern para regular los VTC y diferenciar este transporte urbano del taxi. La modificación se aprobó en plena batalla abierta entre estos dos sectores, con los taxistas secundando paros y concentraciones.
De esta forma, tras buscar el correspondiente hueco legal a la norma de la Generalitat, Cabify vuelve a operar en la capital catalana un mes después de que el 1 de febrero esta firma y Uber dejaran de dar servicio en respuesta a la nueva norma.
Cabify reinicia su servicio con una flota inicial de 300 vehículos, flota que operará directamente, y no sólo intermediará, y que prevé ir incrementando.
A pesar del mayor coste que asegura le supone convertirse en operador de VTC, la firma asegura que mantendrá el mismo precio del servicio que prestaba en Barcelona.
En concreto, cobrará un precio base de 5,50 euros, a los que se suman 1,27 euros por kilómetro y otros 0,26 euros por minuto, según detallaron a Europa Press en fuentes de la firma.
«LA LEGALIDAD NOS AMPARA»
Las medidas tomadas por Cabify para poder volver a Barcelona pueden sentar un precedente ante las regulaciones del sector de VTC aprobadas o que ultiman otras regiones, como Baleares, Valencia y Baleares, y que también contemplan plazos de antelación.
Por el momento, en un comunicado, Cabify asegura regresar a Barcelona, a pesar de «no estar conforme» con las nuevas reglas de juego, pero con el fin de «rescatar» al sector y sus «miles» de puestos de trabajo y de ofrecer un «servicio de calidad a los usuarios».
Asimismo, vuelve por su «convencimiento» de que el cambio de norma será «transitorio», dada su confianza en que los tribunales anulen la regulación aprobada por el Govern. De lo contrario, Cabify volvería a «verse forzada a plantearse su continuidad en Catalunya», avisa.
«Estamos convencidos de que los usuarios respaldan el regreso de Cabify a Barcelona, que afrontamos con responsabilidad y con confianza, dado que muchos actores de la sociedad públicamente han manifestado que nuestra marcha definitiva empobrecería la movilidad y la vida en Barcelona», indicó el fundador y primer ejecutivo de la plataforma en un comunicado.
«Sabiendo que la legalidad nos ampara, esperamos que muchos barceloneses nos sigan eligiendo y al reivindiquen así su derecho a elegir cómo moverse por su ciudad», manifestó De Antonio.
ÉLITE TAXI
Élite Taxi valoró este miércoles la vuelta de Cabify asegurando que la compañía comete un «permanente fraude de ley» y que han engañado a la opinión pública al anunciar se marcha de la ciudad y un ERE.
En un comunicado este miércoles, el sindicato valoró: «Pensaron que supondría un cisma para la ciudad pero la realidad les dio con la puerta en las narices. El MWC se saldó con un gran éxito de movilidad».
«Ante tal fracaso, era el momento de decir que volvían, porque en apenas unos días Barcelona los había olvidado por completo», argumentó.
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