El periodista saudí Yamal Jashogi fue asesinado el pasado 2 de octubre. | REUTERS / HANDOUT

Al menos 80 periodistas han sido asesinados, 348 están encarcelados, 60 secuestrados y tres desaparecidos en 2018, según el Balance Anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre las agresiones cometidas contra los periodistas en el mundo, actualizado a 28 de diciembre.

«Estas cifras en aumento reflejan una violencia inédita contra los periodistas», ha denunciado la organización, que ha destacado que 2018 ha sido «particularmente mortífero» con 80 periodistas asesinados mientras desempeñaban su labor informativa.

Esta cifra incluye a periodistas profesionales, periodistas-ciudadanos (personas que ejercen el periodismo sin que ésta sea su profesión) y colaboradores de medios de comunicación, según ha aclarado RSF. Aunque en los últimos tres años, el número de periodistas profesionales asesinados había descendido, en 2018 se ha producido un aumento del 15%, con 64 asesinatos frente a 55 del año anterior.

A juicio de la organización, el asesinato del columnista saudí Jamal Khashoggi y el del joven periodista de datos eslovaco Jan Kuciak «muestran la inconmensurable determinación de los enemigos de la libertad de prensa». Más de la mitad de los periodistas asesinados en 2018 fueron atacados de forma deliberada (61%), según RSF.

«Los actos violentos contra los periodistas alcanzan un nivel inédito este año: todos los indicadores están en rojo», ha manifestado el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire, que añade que «el odio a los periodistas manifestado --e incluso reivindicado-- por líderes políticos, religiosos y hombres de negocios sin escrúpulos, tiene consecuencias dramáticas y se traduce en un aumento muy preocupante de las violaciones de los derechos de los periodistas».

Según ha añadido Deloire, «estos sentimientos de odio, multiplicados a través de las redes sociales --que tienen gran responsabilidad en estos hechos--, se usan para legitimar las agresiones y debilitan, poco a poco, cada día, el periodismo y, con él, la democracia».

AUMENTA LOS PERIODISTAS PRESOS Y SECUESTRADOS

Por países, Afganistán se sitúa como el país «más mortífero» para los periodistas al haber muerto un total de 16 informadores este 2018; seguido de Siria (con 11) y México (9), el país en paz más peligroso para la profesión periodística. Estados Unidos se coloca este año entre los países más mortíferos del mundo, tras el letal tiroteo contra la redacción de 'The Capital Gazette'.

Respecto al número de periodistas encarcelados en el mundo también se ha incrementado. En 2018 han alcanzado los 348 (entre ellos 24 mujeres, el 7%) frente a los 326 de 2017.

Como el año anterior, más de la mitad de los periodistas encarcelados se halla en las prisiones de Irán, Arabia Saudita, Egipto, Turquía y China, país que sigue siendo la mayor cárcel del mundo para los periodistas, ya que mantiene presos a 60, de los que tres cuartas partes son periodistas-ciudadanos.

Por otra parte, el número de periodistas secuestrados también se ha incrementado en 2018 hasta situarse en 60 profesionales, un 11% más en relación con los 54 del año anterior. De los 60 reporteros secuestrados, 59 están cautivos en Oriente Medio (en Siria, Irak y Yemen) y seis de ellos son periodistas extranjeros.

En este sentido, RSF ha indicado que, «a pesar de la derrota del Estado Islámico en Irak y de su retroceso en Siria, se obtiene poca información sobre la suerte de estos rehenes». «Sólo ha habido noticias del periodista japonés Jumpei Yasuda, quien fue liberado tras tres años de cautividad en Siria, y de un periodista ucraniano que aún está en manos de las autoproclamadas autoridades de la 'República Popular de Donetsk (DNR)', que lo acusan de ser un espía.

Reporteros Sin Fronteras ha registrado tres nuevos casos de periodistas desaparecidos en 2018: dos en América Latina y uno en Rusia. «Me parecen unas cifras deplorables», ha manifestado en declaraciones a Europa Press el presidente de la Sección Española de Reporteros Sin Fronteras, Alfonso Armada.

Armada cree que, ante estas cifras, hay que intentar «ponerse en la piel de cada periodista asesinado, sobre todo, en la de aquellos han sido eliminados pata callar su voz, para enviar un mensaje de miedo, para cumplir con ese edicto del emperador norteamericano que dice que los periodistas son enemigos del pueblo».

De este modo, el presidente de RSF España ha advertido de que «esta campaña de amedrentamiento está lanzando un mensaje terrible hacia una profesión, que si siempre fue necesaria, ahora con tantos pescadores en río revuelto, con tanto populistas que esgrimen soluciones fáciles para problemas concretos, el buen periodismo es más necesario que nunca».

«Si quieres un Estado de derecho, tiene que haber periodistas. Una sociedad no puede tener un Estado de derecho sin una crítica racional, y la crítica racional requiere que haya un grupo saludable de periodistas que averigüe quién está aprobando las leyes y por qué razones, de dónde viene el dinero», ha indicado Armada parafraseando y suscribiendo las palabras de Timothy Snyder, titular de la cátedra Housum de Historia en la Universidad de Yale.

El Balance Anual de agresiones cometidas contra periodistas, que Reporteros Sin Fronteras elabora desde 1995, se basa en datos precisos. La organización recaba de manera minuciosa información que le permita señalar con certeza o con la mayor fiabilidad, que la detención, el secuestro, la desaparición o la muerte de un periodista es consecuencia directa del ejercicio de su profesión.

Lanzado a finales de cada año, el Balance Anual de Reporteros Sin Fronteras se centra en las cifras de asesinatos, secuestros y encarcelamientos de periodistas, destacando los casos más relevantes. Es uno de los principales documentos que publica Reporteros Sin Fronteras, junto a la Clasificación Mundial --el ránking de 180 países, encabezado por los países con mayor libertad de información y donde aquellos en los que la situación es peor se sitúan al final-- y el Informe Anual, el resumen de los acontecimientos del año, país por país, que elabora y publica la Sección Española de RSF.