La economía española crecerá otro 0,7% en el segundo trimestre del año, con lo que ya encadenará cuatro trimestres consecutivos avanzando a este ritmo, según estimaciones del Banco de España recogidas en su informe trimestral sobre la economía española, publicado este miércoles.
La institución que gobierna ahora Pablo Hernández de Cos subraya que el dinamismo de la actividad habría continuado sustentándose en el segundo trimestre en la fortaleza de la demanda interna, con el consumo privado manteniendo «ritmos elevados de avance» por la mejora del empleo y de las rentas de los hogares.
De hecho, las previsiones del organismo apuntan hacia una aportación nula de la demanda exterior neta al crecimiento intertrimestral del PIB y a una contribución de la demanda interna de siete décimas.
No obstante, el Banco de España advierte de que en el tramo final del trimestre «podría haberse producido un cierto debilitamiento del consumo, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo que se deriva del repunte de la inflación».
En concreto, estima que la tasa de variación intertrimestral del gasto en consumo de las familias se habría situado en el segundo trimestre en el 0,6%, un ritmo de avance ligeramente inferior al del trimestre precedente.
En cuanto a la inversión, el organismo afirma que la realizada en bienes de equipo se habría recuperado en el segundo trimestre tras la debilidad del primero, mientras que la inversión en vivienda habría mostrado un crecimiento elevado, aunque inferior al del inicio de año.
Por su parte, la información disponible acerca de la evolución de los flujos de comercio exterior en el segundo trimestre muestra, según el organismo, una prolongación de la atonía observada en el primer trimestre.
«EVITAR POLÍTICAS PRESUPUESTARIAS EXPANSIVAS»
El Banco de España señala en su informe que deben evitarse políticas presupuestarias expansivas y procíclicas y advierte de que las políticas económicas deben priorizar la continuidad del proceso de consolidación fiscal para reducir gradualmente el déficit público y la ratio de deuda pública sobre el PIB.
«La consolidación fiscal resulta necesaria para mitigar la vulnerabilidad de la economía derivada del elevado endeudamiento público actual y para recuperar la capacidad estabilizadora del presupuesto público ante eventuales perturbaciones adversas», sostiene.
Asimismo, considera que el actual contexto macroeconómico es «particularmente propicio» para acometer las reformas estructurales pendientes y que deben encaminarse, en su opinión, a mejorar la dinámica de la productividad, a afrontar el reto del envejecimiento de la población y a reducir el paro estructural.
A medio plazo, las proyecciones más recientes publicadas por el Banco de España apuntan a una prolongación de la fase alcista del ciclo, en un contexto «en que se espera el mantenimiento del tono expansivo de las políticas de demanda y de la trayectoria favorable de la economía mundial».
«El crecimiento del PIB tendería, no obstante, a moderarse en los próximos años como consecuencia del alza reciente del precio del petróleo, una contención gradual de los ritmos esperados de avance de los mercados exteriores y un cierto atemperamiento del impulso expansivo procedente de la política monetaria».
Así, tras avanzar un 2,7% este año, el Banco de España prevé que el PIB crezca un 2,4% y un 2,1 % en 2019 y 2020, respectivamente.
Junto a los riesgos relativos al entorno exterior, el Banco de España advierte de que este escenario favorable está sometido a «las incertidumbres» sobre el futuro de las políticas económicas, derivadas de una composición parlamentaria que puede dificultar la conformación de mayorías que impulsen la actividad legislativa.
RECUPERACIÓN DEL TURISMO
En su informe, el Banco de España destaca que el turismo extranjero «cobró vigor» a principios de año tras la desaceleración que experimentó en los meses finales de 2017 por el conflicto político en Cataluña, entre otros factores.
La institución señala que, con datos a enero, se aprecia una recuperación de los indicadores de turismo extranjero en Cataluña, con «notables repuntes» en las llegadas de turistas, pernoctaciones hoteleras y gasto.
CATALUÑA CRECE MENOS
El organismo apunta que la información regional disponible para el primer trimestre del año apunta a una «cierta estabilización» de los efectos adversos derivados de la situación en Cataluña, efectos que se notaron sobre todo en el gasto privado interno y en el turismo extranjero y que «se habrían revertido» en los primeros meses de 2018 en algunos casos.
De este modo, el Banco de España prevé que Cataluña experimente en el segundo trimestre una tasa de crecimiento «algo menor» a la del conjunto de la economía española, tal y como ocurrió en el trimestre anterior y en contraste con su mayor dinamismo en trimestres precedentes.
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