El informe ha sido presentado este viernes 2 de marzo en la sede de Casa Árabe de Madrid por la vicepresidenta de la PCI, Isabel Romero; las miembros de la plataforma Bárbara Ruiz y Aurora Ali, y el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra. «La explosión de islamofobia en las redes sociales y en Internet ha sido espectacular», ha avisado la investigadora Bárbara Ruiz.
Durante el año 2017, los voluntarios de esta plataforma han recogido un total de 546 incidentes islamófobos, de los cuales 160 se refirieron a casos acaecidos en la calle, y 386 en medios de comunicación y en el ámbito online. «Los datos representan solamente una parte pequeña del fenómeno», ha declarado la investigadora Bárbara Ruiz.
Según han advertido los autores del estudio durante su presentación, los datos de este año no pueden compararse con los de años anteriores (en 2016 se recogieron 573 incidentes) porque en esta edición se ha llevado a cabo un cambio metodológico en la recogida de datos. Es el caso de los denominados Ataques de Odio Coordinados (AOCs), es decir, mensajes islamófobos que no se contabilizan como decenas o centenares de casos, sino como uno solo.
En este sentido, Aurora Ali ha detallado que 375 casos se dieron 'online', de los que 277 se produjeron en redes sociales, y 96 en páginas electrónicas. «Hay tanto ciberodio como capacidad y/o voluntad se tenga para recoger», ha afirmado, mientras que Esteban Ibarra ha defendido que Internet no puede ser una «selva», en la que rija el anonimato y la impunidad. «No todo vale», ha enfatizado.
La Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia ha recogido 546 incidentes de islamofobia, distribuidos en los porcentajes siguientes: 21% actos contra mujeres, 8% contra varones y 4% contra niños, 7% incidentes contra mezquitas, y 3% contra personas identificadas como inmigrantes, el 4% contra personas no musulmanas.
La investigadora Bárbara Ruiz ha detallado las conclusiones del informe, que apunta a un creciente sesgo islamófobo de líderes políticos de partidos de diferentes ideologías. Ruiz ha indicado que se están viendo líderes políticos tanto en España como en el resto de Europa «a los que no les tiembla la voz» con el discurso del odio hacia el Islam y los musulmanes.
Ataques a mezquitas
También ha explicado que en 2017 los ataques a mezquitas se han seguido produciendo, con especial virulencia en los días posteriores a los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils, al igual que los ataques a negocios o establecimientos conectados a personas musulmanas, llegándose a contabilizar 14 en pocos días. «Hemos tenido un repunte tremendo», ha dicho Ruiz, al tiempo que ha indicado que los ataques se realizan arrojando cócteles molotov o cabezas de cerdo o manchando con sangre o pintura las paredes.
Asimismo, el estudio denuncia las campañas políticas orquestadas contra la apertura de mezquitas que han comprendido manifestaciones, caceroladas, insultos, campañas de odio, artículos en prensa, etc. Según ha detallado Bárbara Ruiz, estos situaciones se han producido especialmente en Cataluña, pero también ha habido manifestaciones de vecinos en favor de la convivencia.
Por otro lado, ha apuntado que este año, en el marco de la islamofobia de género con agresiones a mujeres musulmanas, se ha vuelto a registrar un ataque contra una mujer embarazada, esta vez en Málaga; y contra menores de edad.
Discurso negacionista del legado islámico
Ruiz ha puesto el foco en el creciente discurso negacionista del legado islámico de España. «España ha sido un país islámico durante cientos de años. Pues parece que no. Parece que el Islam lo han traído unos señores que acaban de aterrizar aquí y están de paso. A los españoles que hemos decidido ser musulmanes no se nos respeta nuestra decisión», ha denunciado, para después agregar que se les «extranjeriza». Además, ha subrayado que el monumento más visitado de España es la Alhambra de Granada.
Otra de las cuestiones que se analiza en el estudio es la relación que existe entre eventos negativos y atentados terroristas y la islamofobia. Así, se ha detectado un pico de casos de islamofobia en España en el mes de agosto tras los atentados de Barcelona y Cambrils, con 171 incidentes; una cifra que descendió a 28 en septiembre y a 9 en octubre, coincidiendo con la campaña y el referéndum ilegal de independencia.
El mayor número de casos (174) fueron delitos incidentes primarios como la difamación o la calumnia; seguidos de la discriminación y negación de derechos (96); el acoso y el hostigamiento (64); las campañas organizadas (57); bulos o noticias sin fuente (54); Ataques de Odio Coordinados (30); daños a la propiedad (22); y agresiones físicas (18).
En relación con los incidentes que se produjeron en el medio urbano (offline), de los 160 casos registrados, un total de 51 se produjeron en Cataluña, debido a los eventos y las campañas contra mezquitas prolongadas. Los investigadores creen que este importante número de casos tiene relación con los atentados yihadistas de agosto, pero añaden que suele ser una región «conflictiva». Le siguen Andalucía (22), la Comunidad Valenciana (20) y Madrid (17).
«En Cataluña, particularmente, hemos visto que hay algunos partidos políticos que ganan votos con los discursos de odio. Si hay una rentabilidad electoral, va a haber un efecto multiplicador», ha explicado Ruiz, que ha recordado la política de instalar mezquitas en polígonos industriales de Cataluña. En este punto, Esteban Ibarra ha dicho que los incidentes en esa región han sido tradicionalmente «muy elevados». «Nuestro consejo, tanto a la Generalitat como a los ayuntamientos catalanes, es que se lo miren un poco», ha apostillado.
Por tipo de casos, la discriminación, omisión o negación de un derecho es el caso más frecuente de islamofobia fuera de las redes e Internet; en 16 casos fue ejercida por una institución, en 5 por políticos o grupos políticos y en el resto por particulares; en 16 casos, la víctima fue una mujer; en 7 casos, la víctima fue un menor de edad.
En este contexto, Esteban Ibarra ha pedido al Ministerio del Interior que incluya el ítem islamofobia en su informe sobre los delitos de odio en España; que se impulse un plan, con medidas concretas, que impidan la brecha social; una Ley Integral contra los Delitos de Odio, así como una Ley General contra toda forma de discriminación e intolerancia.
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