Puigdemont en el pabellón municipal de Sant Julià de Ramis, donde tenía previsto votar. | Europa Press

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha acusado este domingo al Estado de utilizar una "brutalidad policial absolutamente injustificada" para intentar impedir el referéndum del 1-O.

Puigdemont ha llegado sobre las 11.15 horas al pabellón municipal de Sant Julià de Ramis, donde estaba previsto que votara a las 9.30, lo cual ha impedido la Guardia Civil tras requisar las urnas.

"La imagen exterior del Estado español ha continuado empeorando y hoy ha llegado a unas cuotas de vergüenza que le acompañarán para siempre", ha manifestado en declaraciones a los medios y ante centenares de vecinos que se han agolpado y lo han ovacionado con gritos de 'President', 'Votaremos' y 'Libertad'.

Puigdemont ha lamentado el uso de "violencia, porras, balas de goma y agresiones indiscriminadas contra gente que pacíficamente se había concentrado para proteger urnas, papeletas y colegios electorales".

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"Hoy queda aún más claro, a ojos de los que aún podían tener dudas y a ojos del mundo, lo que nos estamos jugando en jornadas como la de hoy", ha insistido.

"DIGNIDAD, CORAJE Y VALENTÍA"

Puigdemont ha afirmado que también perdurará "la imagen de dignidad, coraje y valentía de tanta gente anónima que a estas horas están haciendo cola venciendo el miedo y las intimidaciones".

Ha agradecido al alcalde de Sant Julià de Ramis y a los vecinos argumentando que han sido testigos de la "brutalidad policial absolutamente injustificada que avergonzará para siempre a aquellos que la estén justificando".

"Hoy el Estado español ha perdido mucho más de lo que había perdido hasta ahora, y los ciudadanos de Catalunya hemos ganado mucho más de lo que ya habíamos conquistado", ha concluido.