El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha retado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a tener el «coraje» de explicar en el Congreso la intervención de las finanzas de la Generalitat, y le ha acusado de aplicar un estado de excepción en Cataluña vulnerando todas las leyes. Lo ha dicho en un mitin en la plaza de la Independència de Girona, la ciudad de la que fue alcalde y bajo una intensa lluvia, donde ha dicho que las recientes actuaciones del Gobierno, la Guardia Civil y la fiscalía contra el referéndum de independencia es propia de «países totalitarios». Puigdemont ha censurado que el Gobierno ha intervenido las finanzas de la Generalitat, ha decretado este estado de excepción y está aplicando 'de facto' el artículo 155 de la Constitución -suspensión de la autonomía- sin pasar por la cámaras legislativas: «Se están cargando sus propias leyes». El presidente catalán considera que Rajoy debería trasladar todas estas medidas al Congreso y al Senado y considera que, al no hacerlo, está «vulnerando los derechos fundamentales» de los ciudadanos que se recogen en la Carta de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Ha acusado al Estado de vulnerar derechos como el de reunión, de información y de imprenta que están recogidos en la Constitución y ha sentenciado que los únicos ciudadanos que recuerdan algo así «vivieron la dictadura del general Franco». Elogio a Podemos El presidente ha felicitado a Podemos por salir del «pensamiento único» que tienen PP, PSOE y Cs y defender la celebración de un referéndum pactado entre el Estado y Catalunya, y ha considerado que la posición que tiene el partido de Pablo Iglesias es la que debería tener el Gobierno central. Considera que cada vez son más amplios los sectores de la política española que reclaman una salida negociada a la situación de Catalunya y que rechazan avalar el «recorte de derechos civiles» que está aplicando el Estado contra instituciones catalanas y cargos electos. También ha acusado a los partidos que llaman a no ir a votar el 1 de octubre de tratar a los ciudadanos como «una especie de súbditos», y ha pedido a los catalanes que no tengan miedo y que el día de la votación vayan a los colegios electorales con toda la confianza del mundo. Entre gritos de 'Votaremos, votaremos' y 'No tengo miedo, no tengo miedo', Puigdemont ha insistido que el día 1 de octubre habrá urnas, papeletas y colegios electorales y ha pedido a los ciudadanos que se volquen con el 1-O al tener gobernantes como el él que «se la juegan» por el derecho a decidir. «Cuando os ponéis en marcha esto es literalmente imparable. No lo podrán parar. ¿Que nos hace falta? Ir y que convenzáis a los indecisos: que voten 'sí', 'no' o en blanco, pero que vayan a votar», ha sentenciado ante varios centenares de asistentes, que han abucheado toda referencia al Gobierno central. Ante el miedo que pueden generar ciertas medidas del Estado contra el referéndum, Puigdemont ha finalizado su intervención con un proverbio chino: «El miedo llamó a la puerta, la confianza fue a abrir y fuera ya no había nadie. La confianza siempre vence al miedo». Alcaldesa querellada La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas (PDeCAT), contra quien pesa una querella por colaborar con el 1-O -junto con otros 700 alcaldes-, ha asegurado que irá hasta el final pese a las «amenazas», y ha garantizado a sus ciudadanos que el día del referéndum votarán. También ha intervenido el vicepresidente primero del Parlament, Lluís Guinó, que ha acusado a PSC, PP y Cs de tratar de frenar las leyes soberanistas con 'filibusterismo' parlamentario, y ha asegurado que hay un Parlament «dispuesto a sacar adelante» el proceso a la independencia. La líder del PDeCAT, Marta Pascal, ha llamado a los ciudadanos a darlo todo para conseguir que haya un referéndum en Catalunya, y les ha pedido que no teman que haya represalias contra ellos: «Somos muchos y no somos delincuentes».