Vista del interior de la mezquita Islámica Annour de Ripoll, en la cual el imán Abdelbaki Es Satty, presuntamente implicado en los atentados de Cataluña, guiaba las oraciones | ROBIN TOWNSEND

Un grupo de media docena de musulmanes residentes en Ripoll han coincidido en la necesidad de establecer más control de los imanes que contratan las mezquitas y que sea el Gobierno de Marruecos quien les designe tras comprobar que nunca hayan cometido ningún delito.

En declaraciones de este grupo a Europa Press en las calles de Ripoll, uno de ellos, Hassan Azzidi, ha respaldado esta medida para evitar así que los jóvenes de los municipios puedan entrar en contacto con musulmanes radicales y «para que no vuelva a pasar nada como lo de Ripoll».

Según él, el imán de Ripoll perteneciente a la célula de los atentados no parecía «nada sospechoso» y cree que debía de tener dos discursos cuando hablaba con los integrantes de la mezquita: uno radical con los jóvenes y otro normal con el resto de musulmanes.

Azzidi ha lamentado que todos los terroristas de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) tuvieran menos de 30 años, ya que los jóvenes «son libros en blanco y se les puede manipular».

Otro de los musulmanes participantes del encuentro, que no ha querido revelar su nombre, ha explicado que le preocupa lo que sus hijos puedan aprender con el nuevo imán que llegue a Ripoll, y ha asegurado que, después de lo ocurrido, le costará mucho confiar en el nuevo imán.

«Solo tenemos confianza en la mezquita, no en el imán», ha dicho, además de remarcar que hay gente que celebra este acto terrorista para expresar su xenofobia, según estos vecinos musulmanes.

También ha mostrado su preocupación por la «probable discriminación» que puedan sufrir sus hijos en la escuela y teme que más jóvenes del municipio puedan seguir algún día la senda del radicalismo islamista.