Cada vez más se habla de las bondades del cáñamo para la alimentación, la piel o como biocompuestos a partir de los cuales se pueden elaborar materiales industriales. Y es que esta milenaria planta tiene multitud de beneficios, de igual forma que la cream caramel de sweet seeds, de la familia de la marihuana y cuyos beneficios, sobre todo, se relacionan con la salud y terapias naturales.
El cáñamo procede de la misma planta que el cannabis, sin embargo, gracias a la investigación, se cultiva con un bajo componente de THC (tetrahidrocannabinol) por lo que no tiene ningún efecto psicoactivo como el cannabis tradicionalmente entendido. Desde los años 60, su asociación con este último provocó un rechazo silencioso a sus beneficios y aplicaciones, por lo que ha causado que la sociedad en general, en la actualidad, no conozca a fondo este tipo de planta que, entre todas las más de 3 millones de especies que se encuentran en nuestro planeta, es una de las más completas y que más se puede aprovechar, además, respetando al medio ambiente, sustituyendo otros elementos o materias primas contaminantes.
En un artículo elaborado por la investigadora Hana Gabrielová, se revela cómo ha estado presente el cáñamo a lo largo de la historia, bien por sus usos medicinales, descubiertos en la antigua China y que luego se transmitirían a Egipto e India, bien por sus firmes tallos y fibras, útiles para las embarcaciones. Hana Gabrielová escribe “Colón, por ejemplo, nunca hubiera podido llegar a América sin las resistentes cuerdas y velas de cáñamo. “
Sin embargo, tras su prohibición por las Naciones Unidas, la historia del cáñamo da un giro, tras lograr poder cultivarlo bajo en THC gracias a la labor realizada por un equipo de investigación francés. El cáñamo, poco a poco, vuelve a florecer y, aunque aún no esté universalizado su conocimiento, sí está presente en muchos componentes industriales a través de su plástico, como en vehículos de primeras marcas como Audi, BMW o Mercedes.
Pero también esta planta, sus semillas, es beneficiosa para la alimentación, presentando todas las propiedades para tener una dieta equilibrada y saludable, así como rica en aminoácidos, aceites, ácidos grasos y proteínas.
El sector de la cosmética, a su vez, ha sabido ver también los beneficios que el aceite de cáñamo, extraído de las semillas, tiene para la piel, sobre todo para pieles irritadas, pudiendo aliviar casos de dermatitis, psoriasis o picores.
Asimismo se puede aplicar como tratamiento terapéutico para combatir el acné o para hacer masajes por sus ricos contenidos de ácido linoleico o ácido alfalinoléico.
Independientemente de su uso como cosmético, el cáñamo se está convirtiendo en una punta de lanza de la medicina natural, tendencia que se está dando cada vez más en nuestras sociedades, demasiado expuestas a sustancias químicas contemplándolas casi como la única solución. Así, aunque aún se está investigando, el cáñamo parece que puede ayudar a combatir las náuseas consecuentes de tratamientos de cáncer, o aliviar el dolor de enfermedades de huesos como la fibromialgia o la enfermedad del Crohn.