Con este emplazamiento Rivera ha contestado a la eurodiputada de Ciudadanos Carolina Punset que, tras descartar presentarse a las primarias, ha arremetido contra la dirección del partido por haberlo convertido, en su opinión, en una «marca blanca» del PP.
También este viernes, la corriente crítica TranCsparencia ha exigido que se anule el proceso de primarias al entender que se vulneraron los estatutos cuando se adelantó la fecha para elegir a la dirección, porque en la votación no se alcanzó la mayoría absoluta requerida para ese cambio.
Tras reunirse con la líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, y el resto de diputados de C's en el Parlament, Rivera ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha dicho que él no se dedica a «hacer de comentarista» con las voces críticas de su formación y les ha invitado a presentar un proyecto para que «decidan los militantes».
Rivera ve «aceptables» las voces críticas, pero ha insistido en que formalicen propuestas en «positivo» y «constructivas» aprovechando que Ciudadanos es un partido «democrático» con primarias y listas abiertas, procesos a los que asegura no tener «miedo».
El dirigente de Ciudadanos ha señalado que la lista de la ejecutiva que propondrá, y que presentará con toda probabilidad el próximo lunes 23 de enero, no seguirá «criterios territoriales» ni será un «crisol», sino que dará prioridad a la «competencia y la profesionalidad» en las diferentes áreas para constituir un equipo de trabajo «solvente, de consenso y más fuerte»: Habrá «continuidad» pero también «renovación» con gente nueva.
«No es el comité federal del PSOE, sino un comité ejecutivo de trabajo y, en todo caso, es en el Consejo General donde los militantes podrán defender su representatividad territorial», ha argumentado el líder de Ciudadanos para rechazar el criterio de «territorialidad» en la nueva ejecutiva.
Rivera no ha querido avanzar ningún nombre de su nueva ejecutiva ni el número de representantes catalanes, algunos de los cuales constituyen su núcleo duro, en un momento en el que Cataluña ha perdido peso ante comunidades como la de Madrid o Andalucía, con mayor número de militantes.
Ante el trascendental congreso de Ciudadanos del primer fin de semana de febrero, Rivera ha defendido que éste debe sentar las «bases» del partido de cara al futuro, concretar su «estrategia» y decidir si apuestan por entrar en los diferentes gobiernos en el próximo ciclo electoral de 2019.
Rivera ha puesto en valor los logros «conseguidos» por Ciudadanos, a raíz del acuerdo de investidura, durante las primeras ocho semanas de funcionamiento del Congreso y, en este sentido, ha constatado que a «España le sienta muy bien no tener mayoría absoluta», aunque los que han polarizado la política en los últimos treinta años, PP y PSOE, puedan no sentirse «cómodos» con esta situación.
En este contexto, el líder de Ciudadanos no se considera arrinconado por el hecho de que el PP pueda priorizar en sus negociaciones al PSOE sino «satisfecho» con los avances de los acuerdos.
En su vuelta a la cámara catalana para mantener una reunión de trabajo con el grupo parlamentario de Ciudadanos, Rivera y los diputados han abordado cuestiones concretas como la situación del servicio de Cercanías, una reivindicación «legítima» de Cataluña.
«Están muy bien las operaciones diálogo -en referencia al Gobierno del PP-, pero hay que poner dinero -para el mantenimiento de las infraestructuras-, y hacer políticas. El diálogo se demuestra con hechos», ha advertido Rivera.
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