El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha apelado a la prudencia ante una posible reforma de la Constitución y ha advertido de que no es momento para «frivolizar» ni para que se planteen «ocurrencias e historias».

Rajoy, en una declaración previa a su participación en el acto organizado en el Congreso con motivo del Día de la Constitución, ha reiterado su disposición a escuchar las propuestas de reforma constitucional que sean razonables, pero insistiendo en que debe tenerse claro qué se quiere cambiar y qué es lo que no hay que tocar.

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El jefe del Ejecutivo ha subrayado que si se creara en el Congreso una subcomisión para la reforma de la Constitución, habría que tener «una idea aproximada de cuál es el final» de la misma.

«Estas cosas conviene hablarlas y pactarlas», ha reiterado Rajoy, quien ha hecho hincapié en que habría que fijar con claridad qué se quiere preservar.

Para él, eso pasa por garantizar la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de todos los españoles sus derechos y libertades fundamentales, la pertenencia a Europa y los pilares básicos del Estado del bienestar.