Antes de responder sobre esa factura ante el tribunal del macrojuicio de Gürtel ha incidido en que él había oído que el precio de ese regalo, un bolso, fue de 400 euros, pero que él había visto que ponía 140, y al serle mostrado el documento y preguntarle si estaba ahí su firma ha dicho: «en ese documento creo que hay una firma mía. La firmita esa sí es mía».
Finalmente la orden de compra, que reflejaba un «obsequio» para Ana Mato ponía 180 euros, momento en el que ha ironizado: «barato, eh!».
Lo que no ha reconocido es la letra de esa factura, que cree que corresponde a Rafael de León, quien gestionaba las empresas de Gürtel antes de llegar Pablo Crespo.
Ha explicado además que en el Grupo Correa no podía pedir ni 150 euros para gasolina si no tenía autorización. «Y más a mí, porque no se fiaban de mi», ha señalado, dando a entender su facilidad para gastar, tal y como ayer indicó el número 2 de Gürtel Pablo Crespo al decir que «El Bigotes» era un desastre capaz de arruinar una mina de oro.
Tras un receso, su abogado, Javier Vasallo, al único que ha querido responder -no lo ha hecho a la fiscal- le ha preguntado ya abiertamente si había hecho un regalo a Ana Mato y finalmente lo ha negado.
El receso se ha producido a petición suya a causa del cáncer de próstata que padece, «aunque no se lo crean los medios de comunicación», motivo por el que ha pedido ausentarse.
«He intentado traer el tumor pero no he podido», ha indicado con la intención de demostrar que era cierto lo que decía.
El presidente del tribunal Ángel Hurtado, al que previamente «El Bigotes» ha pedido que le amarrara por su «vehemencia» y su tendencia a decir tacos, ha aceptado su petición.
1 comentario
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Me pregunto cuantos bigotes ha habido por aquí, por la Comunidad Andaluza y por los sindicatos y partidos políticos. Creo que es una especia invasiva y destructora del estado de bienestar social. Tan petardo que podría haber sido ministro con zapaterito o Sánchez.